Seguro que te ha pasado más de una vez y reconoces los síntomas: picor de ojos, necesidad de moverte en el asiento, somnolencia… la fatiga se está apoderando de ti. En estos casos, el mejor consejo es siempre el de parar y echar un sueñecito (parar sin dormir puede alejar la fatiga un rato, pero volverá en breve), y desde luego no ignorar los síntomas: según el último informe del RACE, la fatiga fue la causa de 132 accidentes mortales que dejaron 149 muertos en 2010, lo que la convierte en el cuarto factor concurrente en la producción de accidentes mortales.
Para intentar reducir esta cifra, desde el RACE han publicado también un decálogo con los siguientes consejos para evitar la aparición de la fatiga en la conducción:
- Aprende a reconocer los síntomas de la fatiga en tu cuerpo para poder actuar en consecuencia.
- Antes de realizar un viaje, duerme un mínimo de 7 horas.
- Descansa cada 2 horas o 200 kilómetros.
- Esas paradas deben ser de al menos 15 minutos: sal del coche y estírate un poco.
- Pase lo que pase, evita conducir más de 8 horas en un mismo día.
- ¡Mantén el habitáculo del coche ventilado!
- No olvides hidratarte: la falta de líquidos provoca reducción de la atención, dolor de cabeza y cansancio muscular, entre otras cosas.
- Cuida también tu nivel de azúcar: si está bajo provocará fatiga falta de atención.
- Este punto es muy evidente, pero no por ello vamos a dejar de decirlo: no bebas alcohol.
- Dentro de su campaña «Un refresco, tu mejor combustible«, el RAC recomienda tomar una bebida refrescante (no alcohólica, se entiende) en tus paradas: hidrata y da azúcar, por lo que te ayudará a despejarte y mejorar tu atención.
Y si aun tomando todas estas precauciones te sientes fatigado… ¡para y duerme un rato! Te sentirás mucho mejor (e irás más seguro) al despertar.
Vía (y foto) | RACE