Quizá este año hayas decidido esperar y no coger las vacaciones cuando lo hace todo el mundo. Y, tras ver cómo todos se iban y volvían en julio y agosto, ha llegado el otoño y con él tu turno: ¿es tu plan un viaje en tu Subaru por Francia? Será muy bonito, pero recuerda: necesitas un alcoholímetro.
«¿Qué? ¿Desde cuándo?», te preguntas. No te preocupes, es normal sorprenderse. Se trata de una normativa nueva del país galo que, desde el 1 de julio, obliga a que todos los conductores que circulen por las carreteras francesas, sean o no del país, lleven un etilómetro homologado.
Estos etilómetros se pueden comprar en gasolineras, farmacias y grandes superficies, así que por lo menos no debería ser muy difícil hacerse con él. Y si la medida te ha pillado por sorpresa y llegas a las carreteras francesas sin el aparatito, no te preocupes: hasta el 1 de noviembre no se empezarán a poner denuncias. Si te para la policía, simplemente te informarán de la norma.
El objetivo del gobierno francés con esta medida es el de reducir las muertes relacionadas con el consumo del alcohol, un problema importante en Francia, donde el 31% de los accidentes mortales están ligadas a él.
¿Qué pasará si, a partir del 1 de noviembre, te pillan sin alcoholímetro por carreteras francesas? Multa de 11 euros (o de 33 en caso de impago). Los conductores a los que se les detecte una tasa de alcohol de entre 0,25 y 0,4 mg/litro de aire tendrán que pagar 135 euros y no podrán conducir por territorio francés en tres años. Si la tasa es ya superior a 0,4, la multa puede llegar a 4.500 euros.
Es decir, al igual que en España y en el resto del mundo, si bebes en Francia, no conduzcas. En el país galo, además, lleva un alcoholímetro en el coche para saber siempre dónde está tu tasa.
Vía | Autobild.es
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