Una vez más estamos en pleno invierno y tus amigos te proponen ir a esquiar o (los más arriesgados) a hacer snow, pero lo has hecho tantas veces que ya casi hasta te aburre. ¿Quieres un nuevo reto? Te lo presentamos: el snowkite, una mezcla de snowboard y kitesurf de la que te garantizamos que tardarás en cansarte.
Ya solo el concepto en sí hace que nos suba un poco la adrenalina, ¿verdad? Ya no hablamos de controlar tan solo la tabla con tu cuerpo: un nuevo elemento, el viento, se une a la fiesta para ponerte las cosas un poco más difíciles. Tan solo necesitas tu tabla de snow, una cometa, y grandes dosis de valentía.
El snowkite se puede practicar tanto en la nieve como en superficies heladas como lagos o ríos. Eso sí, si optas por esta segunda opción del hielo, ten en cuenta que ya no te valdrá tu tabla de snow de siempre: necesitarás una especial con clavos o cuchillas para facilitar el agarre (en una tabla normal el reto se antoja ya casi imposible).
Si te aficionas, quizá debas valorar también la opción de comprarte una tabla especial, ya que todos los fabricantes aseguran que para cualquier modalidad de snowkite es siempre mejor prescindir de la tabla de snowboard. Es difícil saber si esto es cierto o si simplemente están intentando vendernos sus tablas, pero lo mejor es que te cerciores: localiza a gente que practica el deporte y pregúntales.
Y ya verás, en cuanto empieces a hacer snowkite (y a cogerle el truco, que no es tan fácil), te dará igual el frío: querrás que el invierno dure varios meses más.