Se acerca la Navidad y las luces de la calle y los anuncios de la tele no hacen más que recordárnoslo. ¿Empiezas a sentir el espíritu navideño? ¿Tienes un par de semanas de vacaciones y no sabes qué hacer? Te hacemos una propuesta: coge tu Subaru y pon rumbo al norte para descubrir cómo son las semanas previas a la Navidad en Europa visitando sus mejores mercadillos.
¿Por dónde empezar? Por orden: los primeros mercadillos que te encontrarás son los franceses, de los que el más importante (es el más grande) es el de Estrasburgo, que además se celebra desde el siglo XVI y acaba de ser exportado a Tokyo (sí, lo que lees), para que te hagas una idea de su importancia.
Si decides continuar tu ruta hacia los países nórdicos, no te pierdas el mercado de Navidad de Copenhague, especialmente si eres un amante de las montañas rusas. ¿Por qué? Pues porque se celebra en un antiguo parque de atracciones, el Tivoli, que vuelve a abrir muchas de sus atracciones para que los visitantes al mercadillo puedan, entre compra y compra, admirar las luces del mercado desde una perspectiva más emocionante.
Si lo que te va es más Europa central y Alemania te parece demasiado típico, tira hacia la República Checa o incluso Hungría. Praga está plagada de pequeños mercadillos llenos de encanto en cada plaza, y Budapest convierte su plaza Vörösmarty en un gran mercado navideño que no te puedes perder.
Por supuesto, tampoco debes dejar de aprovechar la ocasión que te brinda ir en coche para visitar pequeños pueblos: en muchos de ellos te encontrarás con mercadillos llenos de encanto y sin descubrir. ¿Se te ocurre una forma mejor de conocer nuestro continente? Casi todos los mercadillos de Navidad abren el último fin de semana de noviembre y están hasta fin de año. ¡Que no se te escapen!
Vía | Euroresidentes
Foto | Flickr