Tlaxcala es uno de los 32 estados mexicanos, concretamente una zona rural, bastante empobrecida, y cuya población subsiste gracias a la agricultura y el apoyo de asociaciones en pro de los derechos indígenas.
Pues en una zona tan desarraigada y tan remota, durante los pasados meses de junio, julio y agosto, la marca japonesa Subaru, junto con la escuela de arquitectura de paisaje, ha invertido esfuerzos, vehículos e infraestructura para la construcción de senderos de usos múltiples a dos de sus pequeñas comunidades indígenas.
Este proyecto ha dado como fruto una red de senderos asfaltados que unen diferentes comarcas, adaptados tanto para vehículos motorizados como para cicloturismo y comunicación peatonal. Esto que parece algo peregrino y de poca importancia, se trata casi de una intervención insólita, en parajes desamparados de la mano gubernamental y sumidos en una terrible situación de abandono y corrupción. La construcción de esta red y su señalización, de nulo impacto ecológico pero un gran avance para las comunidades circundantes, así como la cesión del Subaru de la imagen, es una más de las labores humanitarias en las que Subaru ha estado implicada recientemente.
Se pueden ver más imágenes e información (en cada una de ellas) en este enlace.