Después del año tan atípico que vivimos en 2020, quedaba esperar que este verano pudiésemos emprender nuevas aventuras, por lo menos moviéndonos en la península. Este es un escenario que conozco de sobra, donde busco la ola perfecta y disfruto de la costa repleta de rincones para realizar mi pasión en compañía de mi Forester Hybrid.
Me sería imposible llegar a todos estos lugares tan maravillosos de nuestra bonita península sin mi medio de transporte: mi Subaru Forester Hybrid. Un vehículo que me aporta todo lo que necesito gracias a su enorme capacidad para transportar todas mis tablas, accesorios y neoprenos. Además, sé que viajo con la máxima seguridad gracias a los avances y garantías que proporciona la Plataforma Global Subaru (SGP), sin importar lo largas que sean las distancias.
Me considero una persona inquieta a la que le gusta estar en movimiento, conocer nuevas zonas, dejarme llevar y llegar a sitios que me sorprendan con mi Forester Hybrid. Este verano he querido indagar sobre dos costas que me fascinan y en las que puedo desenvolverme de la mejor manera como surfista. Me refiero a la costa vasca y la portuguesa. Cada una brinda olas de calidad mundial, y también es destacable la constancia con la cual se puede surfear durante todo el año. Como surfista esto es justo lo que necesito y es donde debo estar para sacarle el máximo provecho a mi preparación para la siguiente temporada. Después de una experiencia preolímpica, he vivido momentos inolvidables y he identificado áreas de mejora para optar a una plaza olímpica en un futuro próximo.
Para esta pretemporada he apostado por la zona norte de Lisboa en Portugal, llamada Ericeira, donde paso largas temporadas afinando mi surf en diferentes condiciones. Los paisajes son espectaculares, la costa encara un mar Atlántico bruto, salvaje y respetado por los surfistas de todo el planeta.
Aquí disfruto de lo que me aporta el Atlántico, de sus playas, de su gastronomía, de sus ciudades y aldeas y también de su gente. Entiendo viajar como una forma de interactuar con aquellos lugares por los que paso. En este caso concreto, siento que empiezo a hacerme con la cultura del lugar, lo que me satisface aún más. Además, gracias a mi Subaru Forester Hybrid me muevo en todo tipo de terrenos. Al fin y al cabo, el medio de transporte es mi gran aliado para llegar a las zonas más rebuscadas de esta costa. Y lo que más me enorgullece es la posibilidad de tener un menor impacto en el entorno que me rodea al conducir un coche híbrido.
No podía cerrar este pequeño artículo sin hacer mención al lugar que me ha visto crecer y donde vuelvo siempre que puedo. Este maravilloso rincón del mundo es el País Vasco y la costa vascofrancesa. Como surfista me ha aportado unas cualidades inmejorables a la hora de competir a nivel internacional. Sus olas varían en forma y tamaño según avanza el año, lo cual me permite adaptarme a condiciones de todo tipo.
Aquí es donde recargo las pilas, donde me vuelvo a juntar con los amigos y la familia. También aprovecho para visitar mi gimnasio de confianza para que me vuelvan a poner a punto y salir con más fuerza que nunca.
Me siento afortunado de tener la oportunidad de poder estar cada día en el lugar que quiero y que me permite mejorar como profesional. Pienso seguir aprovechando cada minuto de cada día para ser el mejor surfista posible, alcanzar los mayores méritos y sobre todo disfrutar del camino. Esta es mi versión de felicidad y lo que quiero para mi vida.
Gracias por leerme, ¡y buenas olas!
