Si, parece que desde que el carnet por puntos está en vigor, el porcentaje de conductores cazados a más de 140 km/h por alguna de las vías españolas ha bajado desde un 6,8% al 0,5%. Una reducción bastante significativa que desde las instituciones se ve como un dato muy positivo y que invita al triunfalismo. Es algo que a mi me choca con la percepción que tengo cuando me pongo en carretera, pues el número de conductores que me rebasan a más de 130 km/h, incluso a más de 140 km/h me parece bastante alto.
Y no, no voy yo a 140 km/h, pero sí lo más pegado al límite que puedo, si las circunstancias lo permiten. Y los coches que me adelantan parecen ir entre 20 y 30 km/h más rápido que yo, incluso más, por el tiempo que tardan en terminar la maniobra algunos. No seré yo el que diga que las cifras de «cazados» sean falsas, ni mucho menos, pero entonces pienso que, si ahora la cifra es extremadamente baja y yo veo habitualmente gente que supera con creces la velocidad máxima, ¿cómo sería antes? Me cuesta creer que el motivo de las mejores cifras en temas de siniestralidad o uso del cinturón de seguridad se deban solo al permiso por puntos.
Para empezar, creo que es más debido a la reciente «farsa» (que me perdonen quienes crean que fue una acción genuina de apoyo al ahorro) de la limitación de la velocidad máxima a los 110 km/h durante unos meses, y a cómo arreciaron los controles. O a cómo «suponíamos» que iban a apretarnos las tuercas. Ese efecto psicológico que creo que muchos nos sacamos de la manga, el pensar que por bajar la velocidad se iban a incrementar los controles con mano de hierro, probablemente ha tenido mucho que ver en la actual falta de interés por correr más allá de los 120 km/h. Ahora 120 km/h nos parecen comparativamente mejores que 110.
Mi pregunta, lanzada al aire es, ¿somos más prudentes ahora porque hemos aprendido cosas, o somos más prudentes porque sabemos que nos pueden multar con mayor probabilidad? Aquí lo dejo para el debate…
Foto | viernest
