Las profundidades del Teide

Hemos comenzado el año visitando uno de uno de los parques nacionales más visitados del mundo, el del espectacular volcán Teide, situado en la Isla de Tenerife a 7500 metros sobre el lecho oceánico.

Es el pico más alto de nuestro país, que en esta época del año luce cubierto de nieve. Y es que la diferencia de temperatura entre la costa y los 3715 metros sobre el nivel del mar de la cima, era de exactamente veinte grados… ¡empezamos la ruta con 23ºC y arriba el termómetro de nuestro Subaru XV sólo marcaba 3ªC!

Gracias a estas condiciones encontramos una impactante composición geológica y paisajística con gran cantidad de especies endémicas, y además, con cambios de condiciones atmosféricas muy bruscos durante el ascenso.

Tanto es así, que existe gran similitud entre estas condiciones ambientales y geológicas tan extremas y las del planeta Rojo. Actualmente este parque nacional se ha convertido en punto de referencia para estudios relacionados con Marte.

Da gusto conducir con nuestro Subaru por esas carreteras serpenteantes a través de las cuales las vistas del horizonte marino son descomunales. Y otra curiosidad, el Teide tiene la mayor sombra del mundo proyectada sobre el mar: es muy recomendable subir a la cima al atardecer para presenciar este fenómeno único.

Los marinos y viajeros que navegaron por estas islas entre los siglos XV y XVIII y que divisaban el pico desde cuarenta leguas, extendieron en Europa la idea de que podría ser la montaña más alta del mundo conocido.

El Teide también es la máxima elevación de cualquier territorio insular del océano Atlántico y es el tercer volcán más alto del mundo si lo medimos desde su base, situada en las profundidades del mar.

Nosotros también estuvimos haciendo apnea en ese abismo marino y los rayos del sol se partían en el océano hasta el infinito, un espectáculo único, en un azul único, el de Tenerife.

Sin duda, volveremos pronto a recorrer esta sorprendente isla, con uno de los volcanes más peligrosos del mundo, que comenzó su actividad hace 10 millones de años.

Fotografías: Álvaro Puerto