La Ruta Quetzal llega a España

Continuamos con la colaboración de Subaru España con la Ruta Quetzal y Gabriela Cobo nos acerca en esta entrada la llegada de la Expedición 2011 a España y las sensaciones de los expedicionarios en el viaje de vuelta a Madrid.

En el relato de hoy vamos a compartir las emociones de de Gabriela, que nos cuenta sus impresiones de llegar a casa y reencontrarse con sus familiares, para luego seguir recorriendo importantes centros culturales de Madrid y continuar el viaje expedicionario de  la Ruta Quetzal por España.

Eran las cuatro y media hora española, cuando el avión aterrizó tras trece interminables horas llenas de agotamiento, impaciencia mezclados con la nostalgia temprana del otro lado del charco.
El día dos en Madrid estuvo marcado por una calurosa recibida tanto en el aeropuerto de parte de nuestros más cercanos, como de la visita en el Canal de Isabel Segunda donde nos esperaban cinco horas de recuentros.

La vuelta sueño que es la ruta, estaba marcado por numerosos sollozos de parte de los ruteros y sus visitantes.

Ya en el días tres, con aun el recuerdo del día anterior, nos despertamos como cada día al golpe del megáfono con los ingeniosos “chascarrillos” de Jesús Luna, nuestro director de campamento.

Tras el desayuno, protagonizado por la grandiosa chef Argui, nos dirigimos en diferentes grupos al Museo del Prado y al Palacio Real. Ah!! Por cierto Subaru!!!, Muchas gracias por transportarnos tan rica comida!!!. En nombre de todos!!. Tras comer fuimos a las instalaciones de la ONCE, donde nos direccionaron la vista hacia los que no la tienen tan fácil, mediante diferentes actividades participativas. Más tarde tras un par de horas y aun con el cambio horario en el cuerpo, llegamos a lo que iba a ser el inicio de nuestro primer gran reto en España.

Fatiga, Lluvia y ampollas, estuvieron presente durante la marcha intentando mirar nuestra moral. Decimos intentar ya que entre la gente, el paisaje y la visible puesta del sol segoviana a nuestra espalda no lo consiguieron.

La llegada fue muy dura el frío, el cansancio y la lluvia estaban muy acentuados, pero nuestras ganas de fiesta y aventura nos ayudaron a sobrellevar la noche en el gigante puerto del Reventón. La ruta nos hizo un regalo nuevamente la mañana siguiente con un increíble amanecer que marcaba el inicio de la aventura al Monasterio del Paular en Madrid.

Ya en Segovia, bajo la atenta mirada del acueducto, la organización nos brindó unas increíbles lentejas acompañadas de un chocolate fresquito. Más tarde nos regalaron un ratito para hacer turismo y descansar de la gran caminata. Nuestro infatigable Miguel de la Quadra-Salcedo estuvo en todo momento con nosotros disfrutando del rico chocolate y charlando con todos. No dejamos de aprender de él en ninguna ocasión.
El día cinco de vuelta en el Canal y tras el ritual marcado por la revitalizante ducha, nos fuimos en grupo a visitar el Museo Naval, el HISPASAT y el Museo de ciencias naturales de la capital, donde en el primero entregamos una totora hecha en Huanchaco, Perú.

La tarde estuvo marcada nuevamente por el relax que precedería a una misa opcional por el grandísimo párroco Jesús Garrido. Es increíble cómo una persona es capaz de aumentar el número de participantes misa tras misa. ¿Cómo será capaz de abrir tantas mentes en tan solo una hora? …sin palabras.

El sexto día en España cambiamos al fin de ciudad. En Madrid dejábamos grandes recuerdos. Nuestro primer destino Navarro fue Fitero, donde recibimos una gran bienvenida. El pueblo se volcó con nosotros, increíble recibimiento. A golpe de caldereta comunitaria. Imposible agradecer tanta generosidad. Después de Fitero nos fuimos a Genevilla, donde pasamos la noche. Menuda noche. Montamos las hamacas entre árboles, nos metimos dentro y dormimos como lirones. El amanecer fue nuevamente fresco, ya que no solo tuvimos que soportar el frío del bosque sino que nos esperaba a primera hora una refrescante y purificante ducha. Tras el gran palo de ducha, nos fuimos a un pueblo cercano llamado Cabrera, donde más tarde nos dirigimos a Marañón. Increíble recibimiento en ambos sitios. La tarde la pasamos en el último pueblo con los pies metidos en el rio de éste.

Estos últimos siete días en España han estados marcados por la nostalgia de Perú y el recibimiento de nuestra gente en Madrid. Aquí ahora en cabrero todos los españoles estamos con la tranquilidad de estar en casa mientras que el resto continua con la misma aventura. De los pueblos navarros y segovianos y sus paisajes no podemos decir nada, salvo que jamás los olvidaremos y que invitamos desde la ruta a visitarlos. Aquí acabamos nuestros últimos siete días en España desde el increíble parque natural de Urbasa.

Visita Zaldu, Gordexola, el valle de Ayala y llega hasta Pobeña: el reposo del guerrero.

El día de hoy ha sido para nosotros como el reposo del guerrero.

Hemos amanecido una mañana más en el puerto de Bilbao a bordo del buque Castilla de la Armada española con la grata alegría de que además de un buen colchón y agua caliente, ahora contamos también con ropa limpia. La verdad es que hasta que hemos entrado en el buque no éramos plenamente conscientes de los anfitriones tan excepcionales que nos han acogido.

Nuestro día ha estado lleno de visitas excepcionales de la mano de Miguel de la Quadra-Salcedo, quien nos ha explicado con detalle cada lugar que hemos visitado. Nuestra primera visita ha sido a una preciosísima Iglesia en Zaldu, donde no me extrañaría que siguiendo la recomendación de Miguel tarde o temprano algún rutero se casara. La Iglesia es hermosísima con un retablo increíblemente bello del siglo XVI y tiene una preciosa Virgen del siglo XIII todavía por restaurar. De todo ello nos ha dado cuenta muy amablemente el párroco Xaber Gaztelu y el alcalde de Gordexola, Iñaki Aretxederra.

Posteriormente hemos visitado Gordexola su pueblo y especialmente su imponente Iglesia San Juan Bautista. Hemos llegado a pie hasta este núcleo. ¡¡Gracias Subaru por trasladar a la organización y al equipo técnico a tiempo para las conferencias!!. Por el camino hemos tenido oportunidad de ver algunas de las casas indianas que caracterizan este rico valle.

En el hermosísimo Hotel del Ibaia, integrado en un antiguo convento de clausura de Santa Isabel, los ruteros hemos tenido oportunidad de conocer de primera mano la figura del sobrino de Martínez de Compañón de la mano de D. Javier Gutiérrez, familiar del insigne Martínez de Compañón y actualmente residente en esta zona. En esta conferencia hemos corroborado el destacado trabajo que el obispo navarro realizó al frente del obispado de Trujillo, en Perú. Ya nadie puede decir que no conoce la figura de Martínez de Compañón. Lo sabemos todo después de las tres semanas en el Perú siguiendo sus pasos y ahora, otro tanto en Vizcaya.

Posteriormente hemos almorzado en los jardines de este hotel y tras una riquísima cuajada hemos partido hacia el valle de Ayala, donde hemos sido recibidos por su Alcalde Josu Artetxe.
En el hermosísimo valle de Ayala hemos asistido a una conferencia que nos ha ofrecido D. Federico Berastegi. Nos ha ilustrado sobre la figura de Pedro López de Ayala y la tremenda importancia que ha tenido en Ayala. De hecho nos ha contado que la propia existencia del título de Príncipe de Asturias está relacionado con este vizcaíno. En el mismo valle de Ayala hemos asistido a un espectáculo de cetrería donde nos ha recibido también su alcalde.

Finalmente nuestra jornada cultural ha concluido con la visita a Pobeña, una bella localidad costera pegada a Bilbao. En una de sus casas vivió Francisco Bodega y Quadra. Frente a ella Miguel nos ha explicado lo que supone que la expedición visité este pueblo. Ha sido una visita rápida pero suficiente para ver a un Miguel emocionado. Una placa conmemorativa preside la fachada de esta casa frente a una plaza también dedicada a Francisco Bodega y Quadra. El alcalde de Muskiz se ha mostrado muy cercano a nosotros y nos ha recomendado que cuando regresemos a nuestras casas mantengamos el espíritu de sacrificio y el compañerismo que es parte de la expedición.

La acogida de los lugares que hemos visitado ha sido muy calurosa por parte de sus habitantes. Se han volcado con nosotros. Nos han saludado desde las ventanas de sus casas y , nos han dedicado cariñosas palabras. Nos hemos sentido como en casa. Abandonamos el País Vasco y ponemos rumbo a Cantabria.

En esta navegación nocturna hacia Santander, hemos participado en una tertulia que se ha desarrollado en el hangar del buque. El sacerdote de la expedición ha ejercido de moderador y cada uno de los nosotros hemos podido expresarnos sobre qué está suponiendo y cómo está afectando la Ruta en nuestras vidas. El equipo de redacción siente que la Ruta se acerca a su final. Nos queda una semana y todavía el duro reto de los Picos de Europa.

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