Ahora que estamos en pleno otoño, viendo cómo los días se hacen más cortos y fríos y nos llevan irremediablemente hacia el invierno, muchos aficionados al golf guardan sus palos en el armario hasta el próximo verano. Pero, ¿es realmente necesario? ¿no podemos cultivar nuestra afición en invierno? Claro que podemos, solo hace falta saber en qué debemos concentrarnos.
En primer lugar, debes saber que estos meses son perfectos para prepararse para la temporada de primavera: podemos aprovechar para mejorar varios aspectos de nuestro juego. Además, es también temporada de rebajas, por lo que hacernos con un equipo nuevo de golf a bajo precio es también bastante sencillo.
Por supuesto, todo esto no significa que uno deba quedarse en casa practicando su swing con sus palos nuevos hasta que llegue mayo. Salir a jugar en invierno es también posible y hasta necesario: practicar el golf bajo condiciones meteorológicas desfavorables (aunque se trate tan solo de frío) te hará más fuerte, y jugar en verano se convertirá en comparación en un paseo.
Se trata simplemente de no dejar que la pereza nos venza. Hace frío, sí, es todo más duro, también, pero conocerás un lado nuevo del deporte que te hará disfrutarlo de forma distinta. Eso sí, un último consejo: cambia el grip de tus palos. No serías el primero que, además de la bola, lanza su palo en un día de lluvia.
Vía | Fuera de límites
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