Este año nos ha hecho cambiar a todos. Hemos aprendido a vivir con algo de incertidumbre. Si algo tengo claro es que todos estamos experimentando una clara evolución en nuestras vidas, en nuestra forma de asimilar todo. En mi caso, esa evolución ha hecho que se acreciente mi ya conocido interés por todo aquello que tenga que ver con un estilo de vida más ECO, con la sostenibilidad, con el cuidado del planeta.
Tengo que confesar que cuando comenzó esta situación, desde mi pequeño prisma me agobié con el futuro y todos los sueños que quedaban en stand by. No es la primera vez que me pasa, pero mi espíritu y mi carácter me llevan a ser especialmente positiva. Pronto le di la vuelta y he empezado a verlo todo como una oportunidad extraordinaria de cambiar.
Yo nunca he pasado más de un mes en casa desde que tenía 14 años. No tenía mucho tiempo para mí, para mi familia. Siempre he viajado de un lado al otro del mundo por el calendario de mis campeonatos, y otras veces, por inercia la verdad. Siempre cogiendo aviones, sin una rutina.
Este año eso es inviable… De alguna manera, esa curiosidad por conocer nuevos lugares, por descubrir playas desiertas, por seguir disfrutando de lo que me gusta ha sido posible ¡y no ha hecho falta coger ningún avión!
Outback GLP: mi nuevo compañero de vida ECO.
Hacía mucho tiempo que no disponía de tiempo para mí misma. Gracias a esta nueva “normalidad” he podido retomar una de mis aficiones; algo que no recordaba que me entusiasmara tanto: coger mi Subaru Outback GLP y conducir por carretas infinitas, en busca de playas cercanas con atardeceres preciosos, buscar esas olas perfectas y sentir que todo sigue igual.
A veces parece que hay que ir lejos para sentir nuevas sensaciones, pero es increíble recorrer pequeños pueblos, descubrir lugares cercanos, a los que no había ido nunca, con la posibilidad de parar cuando quieras o cuando ves algo que te llama la atención.
Me he propuesto algo. Siempre he defendido la necesidad de cuidarnos más, de cuidar lo que nos rodea. De todos es conocida mi contribución y mi interés por la conservación y el cuidado de nuestro entorno. Mi profesión me hace sentir la naturaleza de una manera muy intensa, y saber que puedo viajar de manera sostenible, contribuyendo a la reducción en las emisiones de gases, es algo que me llena. Y todo gracias a los modelos de la gama ECO de Subaru.
Estos días he tenido dos compañeros de excepción, mi perro y mi Subaru Outback GLP. Creo que he encontrado mi mejor aliado en este coche ECO. Tener la sensación de que, cada vez que hago un viaje, mi huella de contaminación es menor, es mas coherente con el tipo de vida que quiero llevar, y es algo que me encanta. Todos convivimos con un montón de contradicciones, pero sí tenemos capacidad de tomar mejores decisiones.
Cuando anunciaron que se haría el campeonato de España en Pantin, decidí que tenía que ir en mi coche. Para mí es una sensación totalmente extraña. Competir cerquita de casa siempre es especial y más después de tantos meses lejos del éxtasis de la competición. En este caso todos ganamos, solo el hecho de estar todos juntos entre compañeros de nuevo con una sonrisa en la cara fue precioso, volver a estar allí ya era una victoria de que entre todos debemos conseguir volver a una nueva era.
El maletero de mi Outback GLP ya se está acostumbrando a mis ¡6 tablas! Su capacidad es increíble. Gracias a su mayor autonomía y ahorro económico, recorrí toda la costa, disfrutando del aire fresco y limpio de la zona. Paramos en Rinlo para comer de los mejores arroces de mi vida, paramos a surfear en playa de Vega con tan solo 5 personas en el agua y llegamos a Pantin. Allí en Casa do Puntal nos esperaban unas zamburiñas y un pulpo increíble y la mejor tarta de queso.
La verdad que es bonito sentir que volvemos a ser deportistas, que cuando entrenas sin competir a veces parece que es difícil ver el progreso y el sentido. El ambiente es fantástico, y yo la verdad que me lo tomé como un premio al trabajo de todos estos meses. En mi primera manga hice un 10, ¡el primer 10 de mi carrera! Aquello sí que era volver, tomar conciencia de la nueva realidad. Ahí es cuando todos estos meses anteriores cobran sentido.