Carlos Olaso, director general de Subaru España, se va de aventura solidaria

Uno de los muchos subaristas amantes de la conducción, de la solidaridad y del turismo es Carlos Olaso, quien además lleva las riendas de Subaru en España. Sus tres pasiones han confluido hace unos días formando parte de la caravana solidaria El Desierto de los Niños, cuya actividad se desarrolla en pequeñas aldeas del sur de Marruecos. No ha ido solo, en su Forester y junto a él han viajado sus dos hijos, Antonia y Lorenzo. A continuación, os contamos sus impresiones al volante sumergido en una vivencia solidaria que, como él mismo nos reconoce, “ninguno de los tres olvidará jamás».

La caravana solidaria El Desierto de los Niños, de la que ya os hablamos en este post, ha servido a Carlos para fusionar en el sur de Marruecos algunas de sus pasiones: conducción y aventura aderezadas con una finalidad solidaria. ¿Qué más se puede pedir?

Carlos asegura que este concepto mixto entre ocio, aventura y, sobre todo, solidaridad siempre le había resultado atractivo. “Pero sabía que tenía que esperar a que mis hijos tuvieran la edad adecuada para que pudieran acompañarme”, confiesa.

Para esta aventura, el responsable de nuestra marca en España optó por un Subaru Forester. “Es nuestro modelo más campero. No tanto en cuanto al sistema de tracción, que es similar en toda la gama de la marca, sino por ser el coche con mayores cotas y mayor altura libre al suelo”, nos explica.

Sobre esa base, “lo que hemos hecho ha sido una preparación muy básica: neumáticos a la altura de lo que nos íbamos a encontrar, unos soportes desarrollados por Subaru Australia para elevar el vehículo casi cuatro centímetros y, por supuesto, un cubre cárter, ya que nunca se sabe lo que puede pasar…”, añade Carlos. Sin embargo, asegura una vez concluida la aventura “que hubiera podido hacer el viaje con el coche estrictamente de serie”.

«UN IMPACTO EMOCIONAL ENORME»

A la hora de preparar el viaje, reconoce que prefirió no condicionar a sus hijos anticipándoles las horas que iban a tener que pasar en el coche. “Lo cierto es que no están acostumbrados a viajes largos en carretera”. A pesar de ello, “ha sido bastante sorprendente lo bien que lo han llevado. Incluida la primera jornada, que se reservó para el viaje Madrid-Tarifa, uno de los trayectos más largos”, nos explica. “Las semanas previas estaban realmente ilusionados preparando todo lo que íbamos a regalar a los niños del sur de Marruecos”.

Respecto al impacto a nivel emocional que ha supuesto el viaje para los niños, el director general de Subaru España cree que «ha sido enorme. No obstante, me parece que todavía no lo han madurado del todo. Son niños que habían tenido la oportunidad de viajar a países de Occidente, como Francia o Inglaterra. Pero nunca habían venido a un sitio tan diferente que además estuviera tan cerca”.

En este sentido, nos cuenta que “la realidad siempre supera cualquier explicación que les podamos dar. Todo ha sido sorprendente. Creo que les ha sobrecogido mucho la experiencia y, al mismo tiempo, les ha gustado. Han aprendido a relativizar muchas cosas. De todas formas, será el tiempo el que diga de qué modo les ha marcado el choque cultural y económico tan grande del que han sido testigos”.

Y es que uno de los aspectos que más les ha llamado la atención ha sido la falta de recursos que tienen allí, aunque “no tengo la impresión de haber visto necesidad pura, de haber apreciado falta de primeras necesidades… Eso sí, solo tienen lo básico. Y precisamente es esa simpleza con la que viven, mezclada con gran alegría y hospitalidad, la que llama la atención”.

¡LAS TEMIDAS DUNAS!

Complicadas pistas, caminos pedregosos al atravesar el Atlas, cruce de ríos con arenas blandas… ¡Y las temidas dunas! “Tenía poca experiencia en ese tipo de conducción. Tenía también muchas dudas por cómo íbamos a responder tanto el coche como yo… Pues bien, el resultado ha sido sorprendente a todos los niveles”.

Carlos era consciente de que la dificultad de las dunas implicaba no ponerse nervioso. Nos cuenta que era un tema de manos, de conocimiento, de mucha tranquilidad y, sobre todo, de ir observando dónde puedes tener tracción. Por supuesto, también de no pararte en sitios delicados… “Y la regla indispensable: pararse siempre con el coche ligeramente cuesta abajo”, recuerda. En este sentido, “lo cierto es que el Forester ha respondido brutalmente bien. Es una versión automática y en los momentos más controvertidos pasaba a manual. Sin duda, ha dado una respuesta impecable”.

«EXPERIENCIA RECOMENDABLE A TODOS LOS NIVELES»

En su opinión, “ha sido una experiencia recomendable a todos los niveles, tanto con un Subaru como sin él… Aunque si vienes con uno, qué duda cabe de que añades tranquilidad al viaje”. En el plano familiar, Carlos considera que se trata de una iniciativa “segura y extraordinariamente bien organizada por los responsables de El Desierto de los Niños”. En cuanto a la parte humana, la más importante para él, reconoce que “siempre nos sentimos solidarios de espíritu, pero no viene mal serlo de obra con frecuencia. Y más aún transmitiendo esos valores a nuestros hijos. Merece mucho la pena”, concluye nuestro protagonista.

A continuación os dejamos una amplia galería de imágenes para que podáis haceros una idea un poco más concreta de las vivencias de Carlos Olaso y sus hijos, Antonia y Lorenzo, en El Desierto de los Niños. En cuanto a ti, ¿conoces alguna iniciativa de este tipo que quieras sugerir a nuestros fieles lectores subaristas? ¡Seguro que al volante de un Subaru hay pocas que se os resisten!

 

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