Esta temporada se presenta ilusionante con muchos destinos, pero con un cambio significante… ¡el poder llegar a bordo de mi Subaru Forester!
Un año más contamos con la realización de la SuperLiga Siroko, que a día de hoy se ha posicionado como referente a nivel europeo. Desafortunadamente el año pasado llegué lesionado a la prueba final en la que tenía grandes expectativas, como conseguir estar entre los primeros, por lo tanto, este año vuelve a ser una de mis prioridades.
Tanto profesional como personalmente me llena este concepto de competición, ya que no es nada nuevo que nuestro entorno está cambiando y tanto Subaru como la SuperLiga Siroko van de la mano persiguiendo un claro objetivo: concienciar de la importancia de preservar el medioambiente, y más concretamente el mar, donde tenemos la suerte de desarrollar nuestra actividad.
El circuito cuenta con destinos que nos encantan, como el País Vasco, Cantabria, Asturias y Galicia con lo cual siempre aprovechamos para adelantarnos unos días para adecuarnos a sus condiciones; además de disfrutar de sus entornos con el Forester, que nos permite recorrer algunos de los espacios naturales más impresionantes de España.
La primera prueba fue en Sopelana en mayo. Esta zona de Vizcaya cuenta con entornos espectaculares que por suerte he tenido la posibilidad de conocer muy joven. Además, en ella se esconde una de las mejores olas del mundo, una joya a la que le tenemos un aprecio muy especial, Mundaka.
Así pues, empecé a preparar el evento la semana anterior teniendo en cuenta que el tiempo se presentaba muy hostil… ¡qué raro viniendo del País Vasco! Básicamente nos pasamos el fin de semana entero mojados, pero mereció la pena ya que me metí en la gran final. Tuvimos condiciones de surf muy divertidas en las que pude sacar mi mejor surf, consiguiendo así muy buenas puntuaciones.
La segunda parada fue en Cantabria infinita, una playa a la que tengo especial cariño por amistades y por haber ganado el año pasado. En esta prueba, por desgracia, no encontré mi ritmo y me tuve que despedir antes de tiempo.
La tercera prueba y oportunidad para clasificar a la gran final fue en Asturias, playa de Salinas. Es brutal pasar por Asturias y más en verano ya que tiene muchas playas expuestas con olas muy buenas. Una de mis favoritas es Xagó donde siempre que puedo me escapo para coger unas olas… La competición salió genial hasta que los cuatro finalistas nos quedamos sin olas para poder terminar el campeonato, con lo cual tuvimos que proceder a dividir los puntos y el dinero, ¡así es el medio del que dependemos!
Con la suma de las tres etapas me ubico en el cuarto puesto y por lo tanto ¡clasificado para la gran final en Galicia! Este año cuento con llegar en perfecto estado físico para poder disfrutar y hacer todo lo que esté en mis manos para hacerme con el circuito. Deseando saber la fecha definitiva de la gran final para poner a punto mi Subaru y poner rumbo a la preciosa Galicia.