Todos sabemos que el verano es una de las peores épocas para los animales domésticos, pero pocos conocemos la existencia de lugares como ANAA, la Asociación Nacional Amigos de los Animales, un espacio donde los animales abandonados, maltratados, enfermos, mayores… tienen un hogar.
Es una entidad sin ánimo de lucro que nació en 1992 en la Sierra norte de Madrid, con el objetivo de acoger, cuidar y proteger a los miles de animales que son abandonados en nuestro país cada año. En estos veinticinco años han conseguido rescatar más de 20.000 animales, promoviendo la tenencia responsable e intentando concienciar a la sociedad para que respete más a los animales.
Para ello cuentan con un gran centro en pleno campo donde los perros, gatos, conejos… disfrutan del entorno, reciben terapia y educación, tienen sus casitas totalmente equipadas con suelo radiante, y además cuentan con una estricta atención veterinaria.
Los animales que llegan al centro son recogidos por la Asociación o a través de convenios con Ayuntamientos cercanos, como el del Casar. Pasan de media uno dos meses en el centro hasta que son adoptados, y lo cierto es que hay una larga lista de espera para poder entrar en ANAA.
Nos contaron que actualmente el problema que se ve agravado por la ley de Protección de los Animales de Compañía (“ley de sacrificio 0”), que entró en vigor hace dos años y que prohibe el sacrificio de animales. En consecuencia hay una sobrepoblación en las perreras y centros de acogida, los cuales necesitan más medios para mantener a todos los animales. Es necesario imponer mayores penas por abandono y maltrato, y lo más importante: fomentar la adopción.
Desgraciadamente, aquí en nuestro país hay muy poca costumbre de adoptar un animal, y la mayoría de los que salen de ANAA se adoptan en Europa, concretamente en Alemania, donde sí es la primera opción.
Es fundamental que conozcamos el grave problema al que se enfrentan cada día desde la Asociación con decenas de casos crueles e inhumanos. Nos contaron muchas historias difíciles y pudimos ver por ejemplo a los cerdos vietnamitas, la mayoría abandonados cuando crecen y no pueden estar en una casa. Cabritas, abandonadas al nacer por pastores que hacen que las cabras tengan crías solamente para producir leche. Gatos y perros que han sido atropellados y se están recuperando sin una pata, por ejemplo. Muchos perros que son abandonados cuando termina la época de caza… Una cruda realidad que debemos conocer de cerca para cambiar nuestros hábitos.
Hay muchas formas de echar una mano. Si te gustan los animales, en ANAA puedes colaborar como voluntario y si no tienes opción de adoptar siempre puedes apadrinar un animal (ayudando a mantenerlo y visitándolo los sábados), cuidando en casa a los cachorros hasta que son adoptados o a los más mayores en sus últimos años, o simplemente, haciéndote socio: https://www.anaaweb.org/colabora/hazte-socio
Os animo a que os acerquéis a conocerles el próximo día 15 de septiembre, ya que celebran una fiesta solidaria y un concurso de perros muy divertido. El 100% de los fondos recaudados ese día será destinado íntegramente a los animales abandonados de ANAA.
Yo les he conocido gracias a Subaru, marca PetLover y empresa implicada en este tipo de acciones que fomentan la tenencia responsable de animales y la adopción. Es primordial que las grandes marcas sean amigas de los animales para concienciar a la sociedad.
¡Comienza el curso poniendo tu granito de arena con ANAA y Subaru!
