Subaru Impreza WRX STi Sedán: Más eficacia en asfalto

En las cercanías de Talavera de la Reina, en Toledo, Subaru España preparó el cierre de un tramo de asfalto para que pudiésemos verificar sus virtudes en su contexto más propicio. Y la guinda la puso Ariela Tramont, afamada piloto y copiloto de rallyes, de familia de larga tradición en competición. Ella nos acompañó en el asiento de la derecha, con notas preparadas con antelación y todo. Nos pusimos los intercomunicadores Peltor, y antes de la acción preparamos el coche a nuestro gusto.

El motor tiene tres configuraciones, Intelligent, Sport y Sport Sharp, la primera para ahorrar, y las otras dos para incrementar el par y la rapidez de la respuesta del motor. Escogí la última, la más agresiva.
El STi tiene tracción total, y tres diferenciales: delantero, central y trasero. Y desde la cabina podemos actuar sobre el central. En condiciones normales es el eje delantero el que lleva la voz cantante, y podemos variar el reparto hasta un 50%-50% para cada eje. Escogí una posición intermedia.

Por último, el control de tracción puede estar conectado, desconectado, o en una tercera e interesante posición, en la que deja derrapar al coche, pero entra en acción si percibe que hemos perdido el control del coche. Así lo dejé, latente.

Al arrancar disfruté de la trepidante aceleración del motor boxer 2.5 de 300 caballos de potencia, que sube de vueltas como los ángeles y literalmente te catapulta hacia delante, hacia la primera curva, como una piedra lanzada por un gigante. Gracias a la configuración escogida, la respuesta del motor es instantánea, muy brusca incluso si estuviésemos rodando por ciudad. Pero para eso está la posición «Intelligent»; en los tramos, cuanto antes llegue la fuerza, mejor. En 5,2 segundos ya ha superado los 100 km/h, y de estar en una autobahn alemana, podríamos alcanzar los 255 km/h, cinco más que la versión hartchback gracias a la mejor aerodinámica, pues el motor no ha cambiado. Las sensaciones son trepidantes. Y aun no hemos llegado a las curvas…

En ellas, las modificaciones sobre la amortiguación, ahora más firme, se perciben con claridad, y suponen un aumento de la agilidad. El coche las atraviesa como un cuchillo caliente la mantequilla, sin balanceos de la carrocería, con un talante neutro –poco subviraje a la entrada, menos que antes, y poco sobreviraje a la salida de los giros–, y, como su predecesor hatchback, el eje trasero está bien agarrado al suelo para que no de sustos. En las paellas, los frenos se muestran muy eficaces, y la enorme capacidad de aceleración se agradece en cuanto pasamos estas curvas tan cerradas. En las rápidas, a pesar de que Ariela «canta» la posibilidad de acelerar a fondo, la velocidad que es capaz de alcanzar el WRX STi es tanta que da pavor.

En pocas palabras: el WRX STi es ahora todavía más ágil gracias a las evoluciones de la versión 2011, mantiene intacto su poderoso motor, y su aerodinámica le confiere mejores prestaciones. Sensacional. En el siguiente post analizaremos su comportamiento en tierra, donde vamos a desconectar su control de estabilidad por completo, y pondremos sus diferenciales en su posición más agresiva. No te lo pierdas.