Subaru Forester BI-Fuel: la alternativa verde y ahorradora

El Subaru Forester movido por gas licuado (GLP) es ya una realidad en el mercado español y puede adquirirse en cualquier concesionario de la firma japonesa desde 29.750 euros. Aunque es 2.000 euros más caro que la versión 2.0 gasolina de 150 caballos de potencia de la que deriva, este desembolso adicional puede salirnos totalmente gratis gracias a las ayudas de diversas comunidades autónomas, con lo que su precio final se puede quedar en 27.750 euros dependiendo de nuestro lugar de residencia.

Cuando utiliza GLP, el Forester BI-Fuel puede ahorrarnos hasta un 40% en la factura de combustible, y no hay problema alguno en utilizar gasolina si se acaba el gas. El coche hará el cambio por sí solo, y en marcha. Por ello, el Forester BI-Fuel puede tener las ventajas en precio de los coches de gasolina y conseguir más ahorro en su vida útil que un modelo diésel.
Por otro lado, los motores que utilizan GLP tienen tanta fiabilidad o todavía más que los que beben gasolina, ya que el gas los trata particularmente bien, algo que se palpa en la ausencia de vibraciones y la suavidad de funcionamiento. Pero antes de meternos de lleno en la prueba de este interesante modelo, os propongo unas notas introductorias sobre el GLP que seguro os sorprenderán.

¿Qué es?
El GLP es una mezcla de butano y propano, por tanto combustible fósil como el petróleo, pero disponible en la naturaleza en mayores cantidades que el oro negro. Se almacena a una presión de 10 bares, en estado líquido, y se obtiene en el proceso de refino del petróleo o de yacimientos de gas natural.

¿Dónde se reposta?
En la actualidad existen unas 35 gasolineras con surtidores de GLP a todo lo largo y ancho del país, donde se calcula circulan unos 10.000 coches. La red es todavía pequeña en número, sobre todo fuera de las grandes ciudades, pero se compensa con en hecho de que si no encontramos gas, podemos llenar el depósito con gasolina como si tal cosa.

¿Qué ventajas tiene sobre la gasolina o el gasóleo?
El GLP tiene un régimen impositivo distinto al de los combustibles tradicionales, y se vende a un precio que ronda los 50 céntimos de euro por litro, la mitad que el diésel. Dado que un coche capaz de utilizarlo consume algo más con GLP que con gasóleo, el ahorro se sitúa entorno al 40%.
En cuanto a las emisiones, se cifran en un 20% inferiores, teniendo en cuenta que las cifras de CO son similares pero las de NOx pueden llegar a ser un 68% más bajas. De esta forma, el gas licuado es un combustible verde. Eso sí, los motores diésel no pueden adaptarse a su uso, solo los de gasolina.

¿Funciona igual el motor con GLP que con combustibles tradicionales?
El GLP puede ser la mitad de sonoro que un diésel y tiene menos vibraciones que los gasolina. Según los expertos la potencia máxima de un motor de explosión que utiliza gasolina puede bajar discretamente al funcionar con GLP, mientras que el par tiende a subir, ya que el GLP rinde más a bajas vueltas que cerca del corte. En todo caso, los resultados son muy parejos.
En cuanto a la fiabilidad, ésta es mayor ya que el GLP hace sufrir menos al motor (recordamos las menores vibraciones y la mayor suavidad). No hay más que comprobar cuántos taxista optan por él, y eso que un motor preparado para usar GLP de serie es todavía más fiable que otro adaptado a ello posteriormente.

DESTACADO:
El GLP puede ahorrarnos un 40% en la factura diaria de combustible, y además algunas comunidades aportan ayudas directas en la compra del coche.