La firma nipona participa en el proyecto de un consorcio multinacional, liderado por inversores israelíes, que quiere comenzar a comercializar en dos años un vehículo que funcione completamente mediante batería, con estaciones de recarga.
De esta manera, los automóviles con motor de combustión podrían tener los días contados. El consorcio ha presentado ya los primeros prototipos de un coche a propulsión totalmente eléctrico, que se fabricará en serie y llegará a los concesionarios de varios países a partir del año 2011.
A diferencia de los coches de propulsión híbrida, los modelos desarrollados no disponen de un motor de combustión anexo, sino que funcionan sólo gracias a una potente batería. Por ello, son silenciosos y no emiten gases contaminantes.
Los prototipos desarrollados hasta ahora son capaces de acelerar de 0 a 100 kilómetros, por hora, en 13 segundos y pueden alcanzar una velocidad máxima de 110 kilómetros por hora. En el caso de Israel, donde se ha instalado la primera red de recarga para este tipo de coches, este límite no supone un problema. Otro punto débil es la autonomía: con la batería cargada, tan sólo puede recorrer un máximo de 160 kilómetros y, en ciudad, con la carretera en malas condiciones y con el aire acondicionado encendido, apenas llega a 100 kilómetros. Analistas del sector coinciden en que el coche eléctrico todavía deberá superar esas deficiencias para tener éxito a nivel mundial e imponerse como una alternativa viable. Pero Subaru está ahí para solventar estos pequeños inconvenientes que hay que pulir.
Próximamente, también se inaugurarán estaciones para el cambio de baterías. En ellas, quien no tenga tiempo para esperar las entre tres y cuatro horas que tarda una sesión de carga, podrá sustituir en breves instantes la batería de su coche por otra llena.
Better Place, la empresa gestora, cuenta con sede en California y está presidida por Shai Agassi, un ‘niño prodigio’ del sector israelí de la alta tecnología.