La popular tenista Martina Navratilova, inmortalizada en la historia del tenis por sus épicos duelos con Cris Evert, después de dejar las pistas inició una nueva carrera por la defensa de los derechos del colectivo homosexual. Recordando traumaticamente lo que supuso para ella afrontar “socialmente” su homosexualidad, se ha dedicado desde entonces a pugnar un futuro mejor para este colectivo.
La tenista con un impresionante record de victorias en su haber y el título de número 1 durante siete años, ha confesado que abandonó su Checoslovaquia natal para poder vivir libremente su sexualidad.
Entre las medidas que ha emprendido Navratilova para defender los derechos de gays y lesbianas, está la de financiación de proyectos, dicha financiación se realiza a través de la tarjeta Rainbow Card que a través de Visa ha creado la tenista. Pues bien dicha tarjeta que ha recaudado más de un millón de dólares es copatrocinada por la marca de autos japoneses de Subaru, junto con la compañía aérea British Airways.
La creación y el apoyo de Subaru a esta tarjeta ha de servir para el leit motiv que la propia tenista ha otorgado a su particular cruzada: «No estamos pidiendo derechos especiales, sólo pedimos igualdad».