El reposacabezas es un elemento de seguridad muy importante que, como tantos otros detalles en el coche, podemos dejar de lado sin darnos cuenta. Es un elemento que sirve, exclusivamente, para proteger nuestro cuello del latigazo cervical, y debe tener una posición determinada que depende básicamente de nuestra altura. Es importante, si compartimos coche, comprobar si llevamos el reposacabezas correctamente regulado, y ahora vemos por qué.
¿Qué es el latigazo cervical?
El latigazo cervical es el cuadro clínico que acontece tras un mecanismo de aceleración – deceleración de energía transferida al cuello, que puede ser secundario a colisiones entre vehículos a motor, pero también puede ocurrir buceando o en otras circunstancias. La energía transferida puede provocar lesiones óseas o de las partes blandas del cuello, las cuales pueden conducir a una variedad de manifestaciones clínicas (síndrome asociado al latigazo cervical, SLAC).
Esta definición pertenece al grupo de trabajo Québec Task Force, y es la más ampliamente aceptada. Además nos dice que lo que nos sucede cuando tenemos una colisión por alcance es que sufrimos SLAC, o sea, las lesiones provocadas por el latigazo cervical, siendo estrictos. Es una dolencia común en ese tipo de colisión, muy frecuente además en ciudad.
Un reposacabezas bien regulado contribuye a frenar el retroceso de la cabeza en caso de colisión. En el momento de un impacto frontal, nuestro cuerpo sale despedido hacia delante, el cinturón lo retiene, y la cabeza sigue avanzando hasta dar con el airbag, momento en el cual experimentamos un retroceso que puede dar lugar a las lesiones.
En el caso de colisión por alcance, el latigazo es «inverso»: el cuerpo va hacia delante mientras la cabeza se queda estática; el cinturón retiene al cuerpo, y lo devuelve al a posición original, y la cabeza es entonces cuando sale despedida hacia delante. El reposacabezas ayuda, pero en el caso del alcance, en menor medida.
La regla canónica para regular el reposacabezas sigue este texto:
La posición correcta de un reposacabezas es aquélla en la que la parte más alta del mismo está a la altura de la parte más alta de la cabeza, la parte central del reposacabezas, a la altura de los ojos. Y la cabeza ha de encontrarse a una distancia máxima de 4cm hasta el reposacabezas.
Por precaución, es conveniente que el reposacabezas esté todavía un poquito más alto, como explican los compañeros de Circula Seguro, de manera que en caso de colisión fuerte, nuestro cuerpo no suba en exceso y golpeemos el reposacabezas en un mal ángulo.