Qué se hace con un Forester: 2. Nueva estética

Aquí lo tenemos, y todavía hay más cosas que ver y tocar antes de arrancar. Una vez delante del coche, llama la atención su nuevo diseño, que ha acercado sus líneas, más que nunca, a los modelos tipo todoterreno. Ello se debe a su cintura más alta y a la mayor altura al suelo, aunque el hecho de que el motor esté situado más abajo que antes sigue permitiendo que su centro de gravedad se mantenga bajo, algo muy importante para un buen dinamismo. Así, una vez sentados al volante –cosa que hacemos con particular facilidad por lo mucho que se abren sus puertas- gozamos de una privilegiada visión del entorno.

El salpicadero es similar al de los nuevos Impreza. El diseño del mismo tiene continuidad en las puertas, lo que da una estupenda sensación de amplitud y calidad, corroborada esta última por la mejora de los remates y acabados. Eso sí, sigue sin tener superficies de tacto suave, que no le vendrían mal. También llega mejor insonorizado, siendo esta una de las pistas que nos llevan a afirmar, como veremos cuando te cuente cómo va en carretera, que la nueva versión es más refinada que su predecesora.

Tiene una longitud total de 4,56 metros, y ha crecido en todas las mediciones: desde la distancia entre ejes hasta anchura o altura. Todo ello le permite contar con un amplio interior y un generoso maletero de 450 litros de capacidad, 38 más que antes, iluminado y con toma de 12 voltios. Los asientos pueden abatirse dejando una amplia zona de carga, y está disponible un amplio techo solar eléctrico. Además, el portón trasero se abre suavemente gracias al sistema electromagnético.

Bueno, basta de cháchara, vamos a arrancar de una vez…