Prueba: Subaru Legacy Sedan 2.0 Bóxer Diésel

1. ¡Súbete!
Ahí lo tienes, es el nuevo Subaru Legacy, uno de los coches más refinados de la firma de las estrellas, que está de moda porque acaba de incorporar nuevo motor diésel. Su interés se multiplica por dos circunstancias: es el primer motor diésel de Subaru, y también el primero en la historia de este tipo de propulsores que cuenta con cilindros opuestos, es decir, que es de tipo bóxer. Luego te cuento algunas ventajas que esto tiene. Ahora, antes de abrir la puerta y subirte, míralo.

Esa generosa toma de aire en el capot marca claramente su personalidad, seguro que de las primeras cosas en las que te has fijado. Y no es casual: sirve para refrigerar el intercooler, que lleva gases hacia el turbo.

Las líneas son simples y fluidas de punta a punta, 4,6 metros en total. Los intermitentes han sido integrados en los retrovisores moderados faldones laterales le hacen parecen más ancho y bajo, los antiniebla han sido integrados en la parte inferior de la defensa. La mirada, que siempre es llamativa, la dibujan faros de forma rectangular que dejan a las luces marcar media circunferencia en la parte inferior, haciéndolos así peculiares. Mientras, el logo de Subaru flota en la parrilla frontal apoyado sobre cromados.

Bueno, ahora que no vienen los niños vamos a dar una vuelta con la versión berlina, más adelante ya tendremos tiempo de subirlos a las versiones Familiar y Out back, que componen los restantes miembros de la gama.

2. Por dentro
Al abrir la puerta, todos los propietarios de Subarus y los que los conocen bien se dan cuenta de inmediato de uno de sus signos identificadores: ninguna de ellas tiene marco. Así que, con todas ellas abiertas, la estampa del coche es atractiva y original, con la ventanilla superior sin fronteras que la delimiten más que la de su propia forma.

Veo que eres muy profesional y que te has sentado en el asiento trasero para comprobar el espacio. Pues la anchura es la propia de los modelos de su categoría, la de coches como el Volkwagen Passat o el Renault Laguna, pero el espacio para las piernas es mejor todavía y supera incluso al de modelos más suntuosos como los Audi A4 o BMW Serie 3.

Ven, ven delante. Desde el puesto de mando, el Legacy se presenta como una berlina de gran calidad, y de hecho es uno de los mejores interiores de la casa desde que salió al mercado. Todo lo que se acciona tiene un tacto medido y cuidado, los remates son de calidad, y en general el ambiente resulta muy cuidado.

Bueno, es hora de arrancar.

3. Potencia suave
Cuando enciendes el coche, te preguntas cual es verdaderamente la diferencia en refinamiento entre un diésel como éste y un motor de gasolina, porque sus vibraciones y ruido, incluso en frío, son sorprendentemente bajos. Y al poco de empezar la marcha te olvidas de que conduces un modelo alimentado por gasóleo también por la suavidad en la entrega de la potencia: al contrario que tantos otros turbodiesel a este no se le nota una clara patada de entrada del turbo, lo que marca su personalidad. Con ello, desde que empiezas a acelerar hasta que cambias de marcha la fuerza aumenta ordenadamente, algo que apuntala definitivamente su refinamiento, y lo consagra como uno de los más educados del mercado.

Saca la ficha técnica, la tienes en la guantera. En cifras, entrega un total de 150 caballos de potencia, que le aseguran unas prestaciones en la línea de la competencia, con una velocidad máxima de 208 kilómetros por hora. Y en consumos es mejor todavía, realmente brillante podríamos incluso decir. Esto se debe a que comparativamente ya resulta de los menos “gastones” de su categoría, pero teniendo en cuenta que incorpora tracción total de serie, su ventaja competitiva en este apartado se hace mayor todavía. La media ponderada es de tan solo 5,6 litros cada cien kilómetros. Todo un mechero.

Ah, se me olvidaba decirte que el motor bóxer logra bajar el centro de gravedad del coche y aprovechar de manera excelente las inercias del giro de los pistones, que no suben y bajan, sino que van de lado a lado, opuestos de dos en dos.

4. Ágil y confortable
Ya estamos en marcha, y la vida pasa suavemente en el interior del Legacy. Ya te conté que el motor la fomenta, pues ahora las suspensiones la apuntalan definitivamente caracterizándolo como uno de los modelos más refinados entre sus semejantes. Pero en línea recta todo es fácil. Vamos a ir a las curvas para seguir calibrando este vehículo.

Izquierda, derecha, cambio de apoyo… los ingenieros del Legacy han sabido invertir en confort y en agilidad, han logrado un excelente compromiso. La suavidad prima, es la característica dominante. Este automóvil nos lleva como en alfombra voladora, destacando como digo en confort, pero se inscribe en los giros como si en realidad tuviese un ajuste más deportivo. Esto se percibe sobre todo en terreno roto, donde la suspensión atrapa los baches sin que molesten a los viajeros y sin que el coche pierda la trayectoria.

Con ello, contamos con una gran polivalencia. La suavidad es perfecta para transportarnos en el día a día, y la agilidad para que la seguridad se mantenga alta –apuntalada por la tracción a las cuatro ruedas- y podamos darnos algún garbeo divertido en terreno revirado. Esta última virtud, por cierto, la calibramos mejor los que hemos probado muchos coches, pues el confort de este lo palpas a la primera, y con la agilidad te sorprendes conforme vas acercándote a sus límites, que están más lejos de lo que parece en un principio por los movimientos de la carrocería o el recorrido de la amortiguación.

5. Precio y equipamiento
El Legacy es un coche muy equipado, y por ello resulta interesante analizar el más asequible de todos, al que no le falta de nada: por 27.300 euros, el Subaru Legacy Sedan 2.0 Bóxer Diésel Classic trae de serie los siguientes elementos:

Elementos principales de seguridad: Airbags frontales, laterales y de cabeza delanteros y traseros, frenos ABS, control de estabilidad VDC con control de tracción, faros antiniebla, faros de xenón, reposacabezas activos, anclajes Isofix o tracción a las cuatro ruedas.
Elementos principales de confort: Control automático de velocidad, dirección asistida, cierre centralizado, elevalunas eléctricos, ordenador de abordo, climatizador, asientos con ajuste eléctrico, al igual que los retrovisores, radio o cargador de seis CD.

Algo más: Las llantas de aleación de 17 pulgadas y la toma de aire frontal también vienen de fábrica.

6. En definitiva
Espero que te haya gustado el paseo. El Legacy se muestra como un coche particularmente refinado, tanto por ser uno de los Subaru con mejor interior como por el confort que garantiza y al que colabora el bajo ruido y la gran suavidad de marcha del motor. Sin duda, el propulsor es uno de sus grandes puntos fuertes, pues destaca con luz propia en el mercado.

Para terminar, no hemos de olvidar que, aunque el agrado de marcha ha sido el primer objetivo de sus creadores, los ingenieros no han olvidado un chasis eficaz, que no lo parece tanto por el confort que asegura. La tracción total, que esta vez no supone consumos superiores, sino que se mantienen como especialmente bajos, lo hace especialmente adecuado para zonas con climatología adversa.