Subaru ha obtenido ya en cinco ocasiones la máxima puntuación de EuroNCAP como reconocimiento de la seguridad con que dotamos a nuestros vehículos, pilar principal sobre el que se asienta nuestra filosofía de marca. Como os contamos aquí, los modelos que han sido distinguidos con la prestigiosa calificación de cinco estrellas de la EuroNCAP han sido el Legacy en 2009, el XV y el Forester en 2012, el Outback en 2014 y hace tan solo unas semanas nuestro Levorg. A continuación os contamos cómo valora este prestigioso organismo europeo la seguridad de un vehículo y en qué consisten las pruebas que realiza.
La razón por la que los modelos de Subaru siempre obtienen la máxima puntuación en las pruebas de EuroNCAP se debe a que incorporan los dispositivos de seguridad activa y pasiva más avanzados. Este logro es realmente difícil, aunque para Subaru se haya convertido en costumbre. Y es que las pruebas de EuroNCAP son muy exigentes de base, pero es que además se actualizan constantemente para que los fabricantes de automóviles estemos obligados a dotar de los mejores recursos en seguridad a nuestro vehículos si queremos ofrecer la máxima protección a ocupantes y peatones.
Ya en 1965, cuando la preocupación por la seguridad pasiva era prácticamente nula y aún no existían organismos como el actual programa EuroNCAP, en Subaru realizábamos tests de choque frontal contra un muro de cemento levantado en su propia pista de pruebas. Poco después, comenzábamos a simular colisiones frontales con choque descentrado, mucho más habituales en condiciones de tráfico real. Desde un principio, los responsables de Subaru también prestaron especial atención a los peatones, y gracias a sus investigaciones en este campo la industria automovilística pudo descubrir que las lesiones más graves en caso de atropello se producen por el capó del coche, contra la creencia de la época que atribuía las mayores lesiones a los golpes contra el suelo.
¿Cómo valora EuroNcap la seguridad de un vehículo?
El programa europeo EuroNCAP estructura sus tests de seguridad en cuatro grandes capítulos: protección de adultos, protección de peatones, análisis de los sistemas de ayuda a la conducción y protección de niños. Sus crash test incluyen, como vamos a ver a lo largo de este artículo, choque frontal, choques laterales, choque trasero, poste de impactos e impactos con peatones. Los informes que emite sobre cada modelo analizado se basan en una puntuación con un número determinado de estrellas, máximo cinco, precisamente la nota que ha recibido la seguridad de nuestros modelos Legacy, XV, Forester, Outback y Levorg.
EuroNcap, organismo de gran prestigio completamente independiente, realiza sus pruebas con muñecos que representan cuerpos humanos -conocidos como dummies– en tallas tanto de adultos como de niños y embarazadas, con la finalidad de ver las consecuencias que tendría un accidente de tráfico con personas y poder evaluar objetivamente la seguridad de los coches.
Los criterios que emplea dicha entidad para seleccionar los vehículos que somete a sus pruebas pasan por escoger aquellos modelos más representativos generalmente en cuanto a su volumen de ventas en la UE. Es EuroNCAP quien se encarga de costear su protocolo de pruebas y los vehículos que se utilizan, siempre bajo garantía de que los coches recibidos son exactamente los mismos que podríamos adquirir en un concesionario.
Además, existe la opción de que cualquier fabricante interesado en que alguno de sus modelos reciba una calificación EuroNCAP pueda solicitarlo, así como aportar los coches necesarios para la certificación de las pruebas y, claro está, financiar los costes.
A continuación os contamos cómo evalúa EuroNcap el nivel de seguridad que ofrece un vehículo, para que así vosotros mismos podáis juzgar la importancia de la concesión de esas cinco estrellas a nuestros modelos:
Protección de adultos
En este capítulo se llevan a cabo un total de cinco tests, cuya nota en conjunto puede alcanzar un máximo de 36 puntos. Se trata de las siguientes evaluaciones: choque frontal, latigazo cervical, choque lateral contra un vehículo, choque lateral contra un poste y protección de rodillas.
Choque frontal: esta primera prueba se basa en el test creado por el Comité Europeo para el incremento de la Seguridad de los Vehículos -la tienen que aprobar todos los coches nuevos para poder comercializarse en nuestro continente-. La diferencia radica en que EuroNCAP realiza el impacto a 64 km/h en vez de a 56 km/h, que es la velocidad del test de dicho comité. En este examen, el 40% de la superficie frontal del coche del lado del conductor impacta contra una barrera deformable. Tras el impacto, se analiza el daño sufrido por las diferentes partes de los dummies (cabeza, tórax, cadera, piernas y pies en el caso del conductor) y se valora la protección con la que cuentan los adultos que ocupan las plazas delanteras. Esta prueba ofrece un máximo de 16 puntos, que se otorgarán en función de las partes de los dos dummies más dañadas. El resultado será bueno (verde), correcto (amarilla), aceptable (naranja), débil (marrón) y deficiente (rojo).
Latigazo cervical: los asientos del coche se sacan del mismo y se colocan en una plataforma, en la que se comprueba la eficacia de los reposacabezas a la hora de evitar el denominado latigazo cervical, simulando un fuerte impacto en la parte trasera del vehículo. Este capítulo ofrece la posibilidad de sumar hasta un máximo de cuatro puntos.
Impacto lateral contra otro vehículo: simula un choque en el lateral del vehículo ocasionado por otro coche con una barrera deformable móvil de 1,5 metros de anchura lanzada contra la puerta del conductor a una velocidad de 50 km/h. Se analizan los daños sufridos en cabeza, tórax, abdomen y/o cadera del dummy aplicando las cinco calificaciones del test frontal. Puede aportar ocho puntos como máximo.
Choque lateral contra un poste: esta prueba simula un posible impacto contra un árbol o una farola en caso de que el vehículo haya sobrevirado. Para ello, el coche va ubicado sobre una superficie móvil que se proyecta a 28 km/h hacia un poste de 254 mm de ancho y que impacta contra la puerta del piloto. Los daños que se observan son los mismos que en el análisis del impacto lateral con otro coche, y puede añadir otros ocho puntos como máximo.
Protección de las rodillas: teniendo en cuenta los daños que en los test anteriores se haya producido en las rodillas al chocar contra dispositivos como el bombín de la llave, por ejemplo, la puntuación puede verse reducida.
Precisamente en este capítulo de seguridad pasiva, EuroNCAP ha valorado la robustez y rigidez en los materiales con que en Subaru fabricamos nuestros vehículos en las cinco ocasiones en las que los ha valorado con la máxima nota, ya que protegen tanto a los ocupantes del vehículo como a peatones en caso de choque. Su estructura para absorción de energía está reforzada con acero de alta resistencia tensil en áreas críticas, minimizando la fuerza de impacto y aumentando la resistencia al plegado.
Protección de peatones
En esta prueba EuroNCAP reproduce dos atropellos a 40 km/h, uno a un adulto y otro a un niño. Los resultados se analizan por partes con el objetivo de clasificar las zonas del vehículo según su seguridad como buena, correcta o mala: el impacto de la pierna contra el paragolpes; el impacto de la pelvis con el borde del capó; el impacto de la cabeza de un niño en el centro del capó; el impacto de la cabeza de un adulto contra la zona del parabrisas. Precisamente el espacio de absorción de golpes existente entre el capó de los coches Subaru y el motor ayuda a reducir las lesiones que podría sufrir un peatón en caso de accidente.
Esta prueba otorga un máximo de 36 puntos, seis para las piernas, otros seis para la pelvis y 24 para la cabeza.
Protección de niños
Tanto en el test frontal como en los dos laterales, dos dummies se ubican en las plazas traseras simulando la presencia de un niño de un año y medio y otro de tres, ambos en su sillita infantil, con el fin de comprobar las probabilidades que tiene de impactar contra el interior del coche y la eficacia del sistema de retención infantil que ofrece cada vehículo de serie. En este caso, la máxima puntuación es 25 puntos por cada niño, 50 en total.
Sistemas de ayuda a la conducción
En cuanto a los sistemas de ayuda a la conducción, EuroNCAP estudia tres factores más de seguridad:
1. Limitador de velocidad de serie: si cuenta con él, el programa da un punto extra; si el sistema sólo avisa de que se ha superado el límite de velocidad establecido, medio punto.
2. Testigos de aviso del cinturón: se valora la existencia de un mínimo de tres testigos: el del conductor, el del copiloto y los de las plazas traseras. Por cada uno se concede un punto, hasta un máximo de tres.
3. Control de estabilidad: consiste en el sometimiento del vehículo a una maniobra evasiva en la que se cambia de carril dos veces a una velocidad de 80 km/h, simulando una maniobra para esquivar. Para recibir los tres puntos que como máximo otorga esta prueba, el ESP debe garantizar que el coche se desplace lateralmente como mínimo 1,83 metros (cambio de carril) y, además, sin que el índice de guiñada (lo que derrapa el eje trasero) sea superior a los valores fijados por EuroNCAP. De ese modo se garantiza que el ESP imposibilite realmente que el coche derrape provocando la pérdida del control.
Conviene destacar precisamente en materia de sistemas activos de ayuda a la conducción que nuestro sistema EyeSight ha jugado un papel determinante para la concesión de las cinco estrellas a nuestros modelos. Dicho sistema ha sido concebido por Subaru para detectar situaciones de peligro de manera anticipada. Emplea imágenes obtenidas a través de dos cámaras estéreo independientes funcionando de un modo muy similar a nuestro ojo humano, monitorizando de manera automática el tráfico por delante del vehículo y reaccionando a las condiciones del mismo antes de que lo haga el conductor.
En materia de seguridad activa, equipamos nuestros vehículos con una serie de sensores que configuran su Sistema de Control Dinámico, que supervisa y analiza si el coche está siguiendo la trayectoria prevista por el conductor. Si se aproxima a los límites de estabilidad, la distribución de par de la AWD, la potencia del motor y los frenos de cada rueda se ajustan para ayudar a mantener el vehículo en su trayectoria. Por su parte, el paquete de seguridad avanzada cuenta con dos innovadoras características: asistente de luz de carretera (HBA) y detección de vehículo trasero de Subaru (SRVD). La primera puede alternar automáticamente entre luces largas y cortas, en función de las condiciones de la carretera mejorando su visibilidad y la de los demás conductores, mientras que SRVD utiliza sensores instalados alrededor del coche para avisar de los vehículos situados en los puntos ciegos traseros para poder realizar los cambios de carril de forma segura.
En definitiva, nuestros modelos se desarrollan bajo el concepto ‘All Around Safety’, ofreciendo seguridad en movimiento para proteger la vida de todos, ocupantes y peatones. En toda la gama incorporamos las más avanzadas tecnologías para evitar colisiones o minimizar los daños en caso de un accidente inevitable, y EuroNCAP lo ha puesto en valor.
EuroNCAP nació en los años noventa a propuesta del Reino Unido, que ya había trabajado con un comité con estos mismos objetivos. Goza de fondos procedentes de Alemania, Francia, Suecia, Países Bajos, Luxemburgo y la Generalitat de Cataluña, así como de entidades de la talla de ADAC alemán o la FIA. Además de EuroNCAP, existen otros sistemas de evaluación en el mundo, entre los que destacan IIHS en Norteamérica, ANCAP en Australia y Nueva Zelanda, Latin NCAP en América y C-NCAP en China.