No es para menos, ya que acoge una de las más grandes exposiciones de vehículos del mundo, donde los asistentes van a poder conocer, de primera mano, los nuevos prototipos, concept y modelos para 2009, que las marcas van a comenzar a vender a finales de este año.
Y, como no podía ser menos, Subaru también estará presente. Como ya les veníamos anunciando, la firma nipona lanza aquí el Impreza 2.0 D y el Forester 2.0 D. Los visitantes podrán disfrutar de ellos hasta el próximo día 19, cuando se clausure la cita.
El rey en París por estos días es el medio ambiente . Y es que las marcas, cada vez más, enfocan sus tecnologías al cuidado de nuestro planeta. La sensación son los coches ecológicos, desde los híbridos ya tradicionales hasta los eléctricos plug-in, los eléctricos puros e, incluso, los de pilas de hidrógeno.
¿Realmente piensas que con ellas se conseguirá reducir el impacto medioambiental que produce la conducción de un vehículo?¿Qué soluciones podrían aplicarse a los vehículos para reducir las emisiones? París nos resolverá muchas de estas dudas que nos surgen.
París es, también, un revulsivo para los fabricantes, que ven cómo sus ventas se han reducido. Subaru puede presumir de ser una de las pocas marcas de vehículos a las que todavía no les ha afectado, pero hay que andarse con ojo, porque no corren buenos tiempos para la economía. Los autoshows se han convertido, así, en una herramienta de venta para las firmas y en un termómetro de aceptación que recoge las opiniones de la critica especializada antes de ser puestos en el mercado.
El Autoshow de París fue pionero en este tipo de eventos en el mundo. Fue promovido a finales del siglo XIX por el Marqués Albert de Dion, uno de los principales impulsores de la industria automotriz, ya que gestó, en 1898, el primero en los imponentes Jardines de las Tullerías a orillas del río Sena.
