Nuevo Forester: la noticia está bajo el capot

La pasada semana Subaru nos mostró en Budapest varias importantes novedades. La primera es doble: el Subaru Forester recibe ligeros retoques estéticos que actualizan su figura, pero lo más importante lo lleva dentro. Se trata de la nueva generación del motor bóxer de la firma, que tras 21 años en activo se renueva por completo. Además, y por sorpresa, pudimos ver y palpar –aunque no todavía conducir– el nuevo Subaru Trezia, modelo que la firma ha desarrollado en colaboración con Toyota.

Empecemos por el Forester, que se actualiza con una nueva calandra, ahora de aspecto más vertical, y cambia sus espejos retrovisores, más pequeños y con los intermitentes integrados. A su vez, estrena llantas. Por dentro se ha revisado la combinación de colores, se incluye un nuevo reloj luminiscente, y la tapicería es nueva. Las suspensiones han sido, a su vez, revisadas para disminuir aun más el nivel de ruido y vibraciones, variando la rigidez de las mismas y los casquillos del sub-bastidor.

Son discretos cambios que a modo de ligero restilyng, no olvidemos que solamente hace dos años que este coche estrenó su tercera generación. Nació en 1997 y desde entonces se han vendido más de 1,6 millones de unidades en todo en mundo. Así que, como apuntaba, la noticia está bajo su capot.

Y es que el Forester estrena el nuevo motor bóxer gasolina de cuatro cilindros opuestos. Su diseño es nuevo por completo, con una carrera más larga que, gracias al buen hacer de sus ingenieros, no ha ampliado su anchura a pesar de que los pistones hacen ahora más recorrido en su funcionamiento horizontal (los tradicionales de casi todas las marcas se mueven en vertical).

Su potencia sigue siendo la misma, 150 CV, de manera que todo el esfuerzo de mejora ha ido encaminado a incrementar el par motor, que sube hasta los 198 Nm y, sobre todo, a bajar los consumos y emisiones: el nuevo bóxer cumple ya estricta normativa Euro5 y rebaja su gasto de combustible hasta los 7,5 litros cada cien kilómetros.

Por lo demás, todo sigue igual. El Forester es un todoterreno (SUV) que se conduce como un turismo, muestra un comportamiento noble y fácil, con una deportividad moderada, mucho confort y una enorme capacidad para absorver las irregularidades del terreno: donde más cómodo resulta, relativamente hablando, es en las carreteras más rotas.

Es difícil apreciar los nuevos retoques en la suspensión, pues mejoran algo que ya era de por sí bueno, pero sus responsables afirman que ahora es el líder en suavidad y vibraciones frente a sus principales competidores japoneses. Y su tracción total, como no, asegura un gran agarre en todas las circunstancias. En general, las amortiguaciones de Subaru muestran una alta eficacia sin recurrir a talantes agresivos.