Conducir y utilizar el smartphone (o el teléfono móvil más vulgar) es algo que se multa y que en teoría se persigue. Aunque es verdad que en la práctica no se persigue tanto porque a diario podemos ver muchos conductores con la mano en la cabeza, hablando por el smartphone. Ya ni siquiera utilizan un manos libres. Escribir mensajes de texto o revisar las redes sociales es todavía más pejudicial, supone una pérdida de la atención tremenda en conductores, pero también en los peatones, y de eso no hay duda. ¿Cuántas veces nos habremos cruzado con peatones que van caminando de forma errática, absortos en su smartphone? ¿Has chocado alguna vez con alguien que camine así?
En Estados Unidos nos llevan ventaja y ya están empezando a multar a los viandantes que caminen y comprueben su móvil a la vez. Alguien verá esto como un recorte a las libertades personales, pero nada más lejos: se trata de civismo, que es algo que si una persona no sabe mantener, tendrá que ser alguien externo quien controle que la convivencia pueda ser correcta. Por no hablar de los casos de personas despistadas que acaban atropelladas, o que provocan algo de caos en la carretera. Seamos serios, esto es posible.
En un pueblecito de Nueva Jersey, de apenas 35.000 habitantes, se ha establecido una multa de 85 dólares (casi 70 euros al cambio) para los peatones que caminen ensimismados con su móvil. Esto viene a cuento de prevenir accidentes, de mejorar la seguridad del peatón (y de los conductores, ¿o esquivar a un peatón errante no es un riesgo?) y no todo el mundo se lo ha tomado bien. Me parece normal, las personas que manipulan sus smartphone mientras caminan verán esto como un abuso y algo contra sus libertades.
Igual que no se puede cruzar la calle por cualquier lugar, no se puede manipular el smartphone mientras se camina. Otra cosa es hablar por teléfono, siempre que mantengamos la vista al frente, pero siempre que tengamos que prestar nuestra atención visual a la pantalla del aparato, no iremos seguros. Y lo dice alguien que ya ha visto más de un encontronazo entre personas por la calle, con el añadido de que el que más se enfadó en una ocasión era el que ¡no miraba hacia delante! Quizás una buena multa sea un correctivo suficiente como para que las personas vuelvan a mirar hacia delante. La seguridad vial se lo agradecerá.
Os recomiendo ver este vídeo para comprender el problema en su totalidad.
Vía | ABC News
Foto | Ed Yourdon
