No he tenido la mala fortuna de sufrir un pinchazo todavía, así que solo puedo saber de forma teórica cómo se siente uno cambiando la rueda. En realidad, la probabilidad de sufrir un pinchazo no es demasiado elevada, siendo causas de pinchazo un deterioro mayor de lo recomendable de los cauchos, además del consabido elemento punzante que puede cortar el neumático, o algún golpe.
Sea como sea, cuando un neumático «pincha», en pocos segundos (o en el caso del pinchazo retardado, horas después) termina por salir todo el aire que alberga en su interior. Ese es el fastidio real del pinchazo, pero con los neumáticos que está desarrollando Bridgestone, eso ya no pasará (teóricamente): se trata de los neumáticos rellenos de resina, y con una estructura muy ingeniosa que consigue poder prescindir del inflado con aire (o algún gas).
Esta estructura, a la vista del diagrama que compartimos con vosotros, recuerda a una suerte de estructura elástica, como si fuesen decenas de muelles que contribuyen a soportar el peso del vehículo. Y en cierta manera es así, porque las pequeñas estructuras de resina (eso si, una resina especial) sirven de soporte a todo el neumático, y por extensión a todo el coche.
En el interior del neumático, los radios de resina (una resina termoplástica totalmente reciclable) se disponen de manera que el ángulo que forman en la parte interior (la más cercana al eje) dista 45º del ángulo final, en la parte más externa del neumático. Como hay radios que van «hacia la derecha» y radios que van «hacia la izquierda», se forma un tejido flexible pero a la vez resistente y vigoroso. ¡Adiós al inflado de neumáticos!
Vía | Gizmodo