Puede que, si diluimos esa cifra en personas detectadas cada semana en toda España, esos más de 100.000 positivos por alcoholemia que se detectan al año en nuestro país nos suene a menos. ¿Probamos? Si hiciésemos un cálculo sencillo, simplemente dividir 100.000 positivos entre 52 semanas, tendríamos ¡1923 positivos semanales! ¿Nos sigue pareciendo poco? A mi desde luego no, casi 2000 positivos semanales para mi son como 2000 potenciales accidentes graves de circulación. Porque está demostrado que el alcohol (y su exceso sobre todo) está ligado estrechamente a la posibilidad de provocar un accidente de tráfico.
La sociedad española está en el camino de consolidar los conocimientos, la conciencia necesaria, la proactividad en el freno al consumo de alcohol al volante, pero todavía queda mucho por recorrer. Como si se tratase del AVE, que necesita kilómetros para detenerse completamente, los positivos por alcoholemia primero deben dejar de subir, luego tienen que empezar a disminuir y, pasado un cierto tiempo, deberían mantenerse en niveles marginales en todo nuestro territorio. ¿Utopía? No, es un trabajo constante, y de todos.
Es trabajo de la Dirección General de Tráfico y de las instituciones mantenernos informados al día, como si fuesen modernos Pepito Grillo, aleccionarnos, decirnos qué está bien y qué está mal. Seguir presionando con el mantra «en la carretera, alcohol cero». Incluso ahora empiezan (siguen) las campañas en contra del consumo de drogas y la conducción. Es su tarea. Es responsabilidad del conductor no conducir si ha consumido alcohol, si solo va a tomarse una cerveza, pedirla sin alcohol (aunque nos duela reconocer que no sabe igual), y si va a tomarse varias, sencillamente no conducir. Y es responsabilidad también de quienes acompañan al conductor.
Este rol de acompañante es muy importante también, porque no es frecuente que un pasajero se niegue a subir al coche si el conductor ha bebido. ¿Por qué sería importante que no lo hiciese? Porque se supone que los pasajeros son personas cercanas al conductor, y su actitud de negativa a seguir adelante puede convencer al conductor. O puede que surja un conflicto, pero en este tema debemos ser solidarios con el resto de los conductores, debemos ser firmes y saber que estamos actuando bien. Sí, «que es por su bien». Y ese argumento debería ser mejor mano que «por una cerveza no pasa nada» en cualquier partida de cartas.
Bajar la cifra de 100.000 positivos por alcoholemia es responsabilidad y trabajo de todos.
Vía | Terra Motor
Foto | Jason Pratt