La revisión y el mantenimiento del coche, de las diferentes partes y componentes del motor, de los diferentes circuitos, filtros y demás, es fundamental para que nuestros coches vivan más tiempo en perfectas condiciones. Las revisiones periódicas en los centros autorizados y especializados son imprescindibles para asegurar el correcto mantenimiento del vehículo, y como tales se programan cada cierto número de años o de kilómetros (¡lo que llegue antes!).
Teniendo esto en cuenta, y sabiendo que los expertos en el tema lo tendrán todo perfectamente controlado, siempre es curioso saber los porqués de cada revisión, cambio, o inspección que se realiza. En este caso, el agua que refrigera el motor. La mayoría lo sabrán, pero realmente no es agua corriente y moliente, y cumple una función muy importante para el motor: mantenerlo a cierta temperatura de operación, ni más, ni menos.
Hay que tener muy presente que en ningún caso se puede rellenar el circuito de refrigeración con agua normal, pues corremos el riesgo de que o bien se evapore (provocando algún daño al motor), o bien se congele, provocando aún más destrozos. Además, pensemos que sin esa refrigeración nos quedaríamos sin bloque motor en menos de lo que canta un gallo, y ¡eso sí que duele! Además en verano hace mucho más calor y hay que tenerlo en cuenta.
Vía | Tu mecánico
Foto | David Villarreal