No es fácil notarlo, los radares siguen poblando los bordes de las carreteras como siempre, pero lo cierto es que, según ha admitido la propia directora general de Tráfico, María Seguí, multan menos. ¿La razón? Muchos de esos 750 radares no están teniendo el mantenimiento que deberían por los recortes de presupuesto.
Eso sí, eso no significa que a partir de ahora haya vía libre para pasar a la velocidad que queramos por delante de los radares. En primer lugar, porque haya radar o no, los límites de velocidad están para cumplirlos, y en segundo lugar, porque Seguí ha avisado de que pronto se le pondrá remedio a esa falta de funcionamiento y todo volverá a la normalidad.
La directora de Tráfico aprovechó también para dar algunas previsiones sobre cuántas denuncias creen que efectuarán y cuánto recaudará el organismo a través de multas y sanciones. Según Seguí, se estima que se realizarán un total de 3,8 millones de denuncias y recaudarán unos 409 millones de euros.
El presupuesto de Tráfico para 2012 está marcado por la austeridad, y es un 2,73% más bajo que el del año pasado. Entre las partidas que más reducción han sufrido están el de la inversión para la vigilancia de las carreteras (cae un 41,20%) y la destinada a la renovación de la señalización en las carreteras, que pasó de 26 millones de euros en 2007 a 3,8 millones en 2009 y casi nada en los dos últimos ejercicios.
Habrá que ver cómo se refleja todo esto finalmente en la vida real: ¿volverán los radares a funcionar bien? ¿se verá afectado el estado de las carreteras por la austeridad de los presupuestos? Tan solo queda esperar.
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