¿El título de este post te suena a ciencia ficción? Lo entendemos, pero aquí estamos para explicarte cómo de lejos está ese futuro y qué son esos fluidos no newtonianos que podrían solucionar el problema de los baches en la carretera de forma sencilla (y temporal, nadie es perfecto).
Primera pregunta: ¿qué tienen de mágico estos fluidos no newtonianos? Muy sencillo: su viscosidad varía dependiendo tanto de la temperatura como del esfuerzo o fuerza que se haga contra ellos. Y algunos de estos fluidos, los escogidos para la solución a los baches, se endurecen al aplicárseles una fuerza: es decir, si les pasa un coche por encima, estarán sólidos. En reposo están líquidos, con lo que se adaptan a la forma del agujero.
¿A quién se le ha ocurrido utilizar estos fluidos para tapar baches? A unos investigadores que han participado en un programa en el que había que usar materiales simples para crear soluciones prácticas y novedosas. Lo que idearon estos investigadores para su proyecto es utilizar un saco impermeable de fibra de aramida con silicona en el que guardar el fluido mezclado con agua.
La aplicación es tan sencilla que hace que cualquiera pueda dedicarse a reparar baches. Como se muestra en el vídeo, basta con colocar (quien dice colocar, dice tirar) la bolsa en el bache, cubrirla con una tela negra (para que su color amarillento no despiste a los conductores) y esperar y maravillarse al ver cómo los coches pasan por encima sin inmutarse.
¿Más ventajas? Al ser tan fácil de colocar, no hace falta mano de obra especializada, y además es totalmente biodegradable. El único inconveniente de momento es que las bolsas de aramida son algo caras, pero si se rentabiliza quizá valga la pena. ¿Será así como parchearemos los baches antes de la solución definitiva en el futuro? ¡La idea parece buena!
Vía | MotorFull
