El verano está por fin aquí, con el buen tiempo, los días largos, las buenas temperaturas y las ganas de estar al aire libre todo el día y de sacar nuestro Subaru a hacer excursiones. No obstante, si nos descuidamos podemos acabar con un horno en lugar de un coche, algo que no solo es desagradable, sino que además puede dañar el funcionamiento del vehículo. ¿Cómo proteger al coche del sol y del calor? Aquí van algunos consejos:
– Evita aparcar al sol, especialmente en las horas centrales del día. Este es un básico que no siempre es posible llevar a cabo, pero que siempre debemos intentar: aparcar a la sombra. Ten en cuenta también cómo se va a mover el sol: quizá haya un sitio que en el momento de dejar el coche esté al sol, pero que va a estar a la sombra en un rato.
– Siempre que dejes tu coche aparcado en algún sitio al aire libre, colócale un parasol en el parabrisas delantero (y si quieres también en el trasero). Al parar los rayos del sol reduce la cantidad de calor que se creará en el interior del vehículo.
– Utiliza coberturas de tela para el volante. Te evitarás esos momentos terribles de volver a conducir y quemarte las manos, lo que aumentará tu seguridad (porque lo ideal es esperar a que el volante no esté tan caliente, pero poca gente lo hace).
– Lava el coche de forma regular y utiliza cera con absorbente para rayos ultravioleta. Protegerá la pintura del coche de los daños causados por el sol. Lo mismo para las partes de cuero y vinilo del interior.
– Asegúrate de que el sistema de refrigeración del coche está en perfecto estado. Si no funciona bien, el calor del verano hará que el motor se recaliente mucho más fácilmente aumentando el riesgo de averías.
Ahora que nuestro Subaru está ya protegido, ¡a disfrutar del verano!
Vía | El Aviso
Foto | Alex Polezhaev