Lavando el coche después del verano

Túnel de lavado

Tu coche fue una vez un vehículo pulcro y reluciente, lo sabemos, pero el verano no pasa desapercibido: la falta de lluvias lo llenó de polvo, y el primer chaparrón otoñal, en vez de simplemente lavarlo, lo ha convertido en un montón de barro con ruedas. Pero no te preocupes, tu coche reluciente sigue ahí debajo, tan solo tienes que dedicarle un rato para ayudarlo a salir a la luz.

Aunque la opción de los túneles de lavado es muy tentadora, si tienes algo de tiempo te recomendamos que optes por el lavado a mano, más detallista y económico. Lo ideal es utilizar un paño de algodón (las esponjas pueden dañar la pintura), agua templada o fría, y algún producto específico para la limpieza del coche. Para los bajos, es mejor utilizar un cepillo blando.

En cuanto al orden, es mejor ir de arriba abajo, ya que así el agua y el jabón que caen irán ya ablandando y arrastrando la suciedad de la parte baja, que suele estar más incrustada. Así, cuando llegues ahí te será bastante más fácil. Si puedes, escoge un lugar con una pequeña pendiente: el agua irá cayendo y el secado será más rápido.

En cuanto al interior del coche, el verano suele dejarlo lleno de arena, por lo que no te vas a librar de tener que limpiarlo también. Aspira bien toda la tapicería, suelo y alfombrillas. Si estas últimas están muy sucias, no dudes en meterlas en la lavadora. Si sigue quedando rastro de tu paso por la playa, Autofacil.es sugiere fórmulas infalibles para deshacerse de la arena en una entrada dedicada a este menester.

Por supuesto, si todo esto te parece mucho trabajo, también puedes ir a algún taller o gasolinera en los que ofrezcan el servicio de limpieza completa. Elijas el método que elijas, valdrá la pena: tu coche brillará como el primer día y tú afrontarás el otoño con muchas más ganas.

Vía | Consumer

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