Nuestra seguridad es lo primero, no nos cansaremos de decirlo, y es por eso que todo lo que podamos hacer para conducir un poco más seguros es poco. Las autoridades europeas piensan lo mismo y acaban de dar un paso más en esa dirección: a partir de ahora, todos los vehículos nuevos que se vendan en alguno de los 27 países de la Unión Europea, tendrán que incorporar un sistema de luces de uso diurno (DRL).
¿El objetivo? Pues teniendo en cuenta que ya se ha demostrado que el uso mayoritario de este tipo de luces de día reduce los accidentes, no es muy difícil de adivinar: hacer de las carreteras europeas un lugar algo más seguro.
Los sistemas DRL, que se encienden en cuanto se enciende el motor, están pensados para hacer que los vehículos sean más visibles. De hecho, están diseñadas para ser muy vistosas, pero no para iluminar, por lo que no sirven para ser usadas por la noche.
En cuanto a su vida útil o al efecto en el consumo de combustible (es decir, si estás preocupado por si tu bolsillo va a notar las DRL), no hay nada por lo que inquietarse: duran aproximadamente lo mismo que las bombillas de las luces normales, y apenas tienen impacto sobre el consumo de tu vehículo.
Aunque en algo sí se notará: tú (y los que te rodean) irán mucho más seguro.
Vía | Motorpasión