El aceite de motor es totalmente clave para el correcto funcionamiento del mismo. Sin aceite, un motor no duraría más que unos minutos, hasta que la fricción entre los componentes móviles elevase tanto la temperatura que todo quedase reducido a un bloque de metal fundido. Por eso es necesario cambiar el aceite y mantener en perfectas condiciones sus características lubricantes. Un error frecuente es confiarse y pensar que los aceites lubricantes para el motor tienen más vida útil que la que realmente tienen. Por lo de pronto, veamos las claves con respecto al aceite que harán que tu motor viva más años con salud.
El aceite tiene fecha de caducidad
Un aceite para el motor tiene vida útil, y más allá de la marcada por el fabricante tiene los días contados. Cuando eso sucede, las propiedades lubricantes del aceite se han degradado hasta un punto en el que no se garantiza que no puedan provocar un fallo de importancia, por lo que es recomendable cambiar ese aceite. Tenemos dos indicadores, y nos fijaremos en el que primero suceda: el kilometraje, y el tiempo desde el último cambio de aceite. Hay personas que prefieren apurar al límite de kilometraje aunque pase más tiempo del recomendado, y están en un error, ya que el aceite habrá perdido capacidad de lubricación.
El aceite no debe consumirse en el motor
Por regla general, los motores de combustión usuales no consumen aceite. Es decir, cuando hacemos el cambio de filtro y aceite cuando toca, cualquier bajada en el nivel del mismo puede significar que tenemos una fuga, o bien que hay un problema en el motor, de otra naturaleza. Sea como sea, que el nivel de aceite baje sensiblemente con el tiempo no es un síntoma de que la cosa vaya del todo bien: puede haber algún tipo de problema. La naturaleza del mismo puede variar, pero si nos encontramos con manchas de aceite bajo el coche, o bien si notamos un color blanquecino en el humo de escape, lo mejor es acudir al taller por ver si sucede algo anormal.
El aceite en su justa cantidad: ni más, ni menos.
El depósito de aceite tiene dos marcas (en realidad, la varilla de medición del nivel de aceite tiene esas marcas), que nos informan del nivel mínimo aceptable, y del nivel máximo de aceite. Esto significa que el nivel óptimo de aceite está entre ambos indicadores, y que rellenar con demasiado aceite no sirve para nada. De hecho es perjudicial, porque si tenemos demasiado aceite en el cárter vamos a «rociar» el motor donde no debe ser rociado, y con las altas temperaturas del bloque lo vamos a consumir, depositando impurezas que no deberían estar ahí.
Elige el aceite que mejor te convenga, no el que dura más
Resumiendo un poco lo dicho, el aceite de motor que usemos deberá ser el que más nos convenga según motor y características del coche, así como según los kilómetros anuales que hagamos. Es cierto que si circulamos pocos kilómetros, el aceite estará menos «usado», pero no por ello debemos alargar el período de tiempo entre cambios más de lo que nos digan en el taller. El argumento manido es que «¿qué te van a decir en el taller?», aunque la verdad es que por regla general en los talleres estarán más cualificados que nosotros para dictaminar cuándo hemos de cambiar, y las razones de por qué.
Así, aceites de larga duración están perfectos para personas que hagan muchos miles de kilómetros al año (hablamos de más de 20.000 km al año) porque con ellos van a espaciar las visitas al taller para cambiar aceite y filtro, pero para una persona que no supere los 5.000 km anuales va a ser tirar el dinero. Como todo en la vida, hay que seleccionar el producto adecuado a nuestras necesidades.