Nuestro coche es como una extensión de nuestro cuerpo, y por supuesto nos une con él un vínculo que, sin decir en voz muy alta que sea emocional, es especial. Nos gusta nuestro coche, y por eso nos preocupa que esté bien en todo momento, que todo esté al día, a punto, en regla y que siempre esté al 100% para compartir los kilómetros de carretera que hacemos al año.
Filosofías aparte, siempre es bueno recordar que la mejor manera de mantener nuestro coche en un estado inmejorable es pasar las revisiones a tiempo, y hacerlo confiando en los profesionales de nuestro servicio técnico oficial. Y recalcamos esto porque con la crisis ya sabemos que han aumentado los casos de coches que no pasan sus revisiones a tiempo, o a los que se les practican «apaños» que son muy perjudiciales para su «salud» mecánica.
Mantenimiento preventivo para que tu coche esté al 100%
Mantener tu coche a punto es la mejor manera de hacer que su vida útil se alargue todo lo posible. Con las revisiones puntuales lo que hacemos es un mantenimiento preventivo: no esperamos a que el aceite haya perdido todas sus cualidades, a que esté tan sucio que dañe el motor, a que se pierda todo y fundamos el bloque de motor; nos aseguramos de que las suspensiones estén en su mejor momento; comprobamos que los frenos nos ayudarán a detenernos con seguridad muchos kilómetros más, que los neumáticos tienen vida por delante y ningún síntoma de fatiga…
Pasando por nuestro servicio técnico oficial tendremos todo el respaldo de la marca y, además, disfrutaremos del trato de estos profesionales que conocen el coche a la perfección. Es importante, sobre todo, no perderse ninguna revisión (quizás es lo más importante) porque es la mejor forma de mantener un control periódico del estado del vehículo, y también una manera de tener el historial del mismo al día, de forma que cualquier avería que pueda producirse tiene por detrás el respaldo de ese histórico, que sin duda puede ayudar en su diagnóstico o en su reparación.
En períodos de vacaciones vamos a usar mucho más el coche: nos desplazaremos aquí o allá, haremos grandes viajes, nos iremos a la playa o a la montaña, y siempre es conveniente realizar una revisión de algunos puntos clave del coche antes de salir de viaje. Además, si sabemos que tras el período vacacional se cumplen los kilómetros (o más precisamente, que se cumplen en medio de nuestras vacaciones) podemos adelantar la revisión que toque (por ejemplo el cambio de aceite) para prevenir. Si el aceite está en «las últimas», es decir, si toca cambiarlo dentro de 500 km y prevemos que vamos a realizar 2.000, mejor cambiarlo y nos ahorramos un posible fallo más grave por el aceite ya deteriorado.
Siempre digo que las revisiones del coche son una inversión en seguridad. Son chequeos necesarios que, lógicamente, hemos de pagar, pero con los que evitamos un fallo generalizado mucho más grave y mucho más caro. Además, circularemos con mayor seguridad y más tranquilos, y eso es algo muy beneficioso cuando uno sale de vacaciones con la familia: cero estrés y cien de seguridad.
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