La importancia que tienen los radares para la seguridad de las carreteras es algo que pocos se atreven a cuestionar, pero la elección de dónde ponerlos ha tenido siempre mala fama. ¿Por qué? Parece basarse en simple azar, en una elección aleatoria, más que buscar efectivamente reducir accidentes en lugares en los que suele haberlos.
Esto, no obstante, podría cambiar dentro de poco: un programa de televisión ha lanzado una propuesta a la DGT, pidiéndole la colocación de radares únicamente en los llamados puntos negros y en carreteras secundarias. Es decir, en los tramos de carretera en los que se concentran más accidentes.
¿Cuál ha sido la respuesta de la DGT? De momento no se han mojado mucho, aunque su directora, María Seguí, se ha comprometido a estudiar de forma adecuada la propuesta. Es decir, el tema está sobre la mesa, pero todo podría seguir igual.
Los argumentos seguidos por quienes han realizado la propuesta se basan en que, si bien los radares en autopista y autovía ayudan a cortar prácticas abusivas por parte de conductores que van demasiado rápido (lo que, efectivamente, supone un riesgo para la seguridad), hay otros lugares en los que serían más útiles: las carreteras secundarias, por ejemplo, concentran una gran parte de la siniestralidad vial.
Por supuesto, ya hay radares en puntos negros y estos siguen siendo negros, pero está claro que seguro que logran algo. Eso sí, ya son muchos los que aseguran que en realidad lo que necesitan los puntos negros es un análisis en profundidad y, en muchos casos, límites de velocidad más bajos. Ocurra lo que ocurra al final, está claro que el tema va para largo. Pero si las medidas finales buscan aumentar la seguridad de las carreteras, ¡bienvenidas sean!
Vía | Motorpasión