En estos momentos ya está en vigor una nueva norma de homologación de sillitas para coche, conocida como i-Size y que tiene como característica principal que las sillas para niños no se clasifican en grupos, sino que están indicadas para ciertas edades y tamaños, manteniéndose la variable del peso como un dato de referencia (pero sin ser de principal trascendencia, como hasta ahora). Esta nueva norma i-Size convivirá con la actual homologación hasta 2018, y a partir de esa fecha tan solo podremos comprar sillas nuevas con esta nueva homologación.
Eso sí, no habrá que desechar nuestras sillas en uso: tan solo si cambiamos nuestro sistema de retención infantil, a partir de 2018 deberemos adquirir las nuevas homologadas. Esta normativa presenta mejoras respecto al anterior ya que ahora se incluirán las dimensiones del niño, es decir, cada silla indicará el peso y la talla máxima del niño. Es como elegirle la ropa, por poner un símil adecuado.
¿Por qué este cambio?
Las sillas de niños para el coche actuales son seguras, pero con i-Size se da un paso más en seguridad. Para empezar, son sillas que no se pueden ajustar mediante los cinturones de seguridad (solo son compatibles con isofix), lo cual elimina la posibilidad de una mala colocación (punto número 1 de errores de seguridad). Además, son sillas que han de pasar obligatoriamente un prueba de impacto lateral, algo que hasta ahora era opcional (lo hacía el fabricante si quería ofrecer ese plus).
Otro punto positivo es que los niños de hasta 15 meses de edad tendrán que viajar obligatoriamente en sentido contrario a la marcha, algo que incrementa considerablemente la seguridad de los más pequeños, sobre todo porque tienen la musculatura del cuello todavía por desarrollar y fortalecer. Siempre es más seguro viajar en sentido contrario a la marcha, algunos recomiendan incluso hasta los tres años. Muchos padres ven esto como un problema para mantener al crío entretenido, pero desde el punto de vista de seguridad, no hay color.
- Mayor protección en caso de colisiones frontales en la cabeza y el cuello, al fomentar el uso de sillas orientadas hacia atrás, una posición cinco veces más segura que viajar mirando hacia adelante, al menos hasta los 15 meses.
- Mayor protección frente a colisiones laterales.
- Menor riesgo de instalaciones incorrectas.
Esta nueva norma de homologación ha de verse como un esfuerzo por aumentar la seguridad de nuestros pequeños. Es vital que viajen seguros, bien sujetos y con unas sillas adecuadas a su talla y peso, algo que se venía viendo como de cobertura insuficiente con las sillas homologadas hasta el momento. Así, lejos de verlo como un gasto extra, debemos verlo como una inversión extra en seguridad.
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