Las cosas como son: la vida está muy cara y no estamos para dejarnos el sueldo en combustible. Pero además no queremos dejar de utilizar el coche, ya que es nuestro y no nos parece que la cosa esté tan grave como para «tirar» de transporte público. Y bien es cierto que muchas ciudades no tienen lo que se dice un transporte estrella…
Una solución puede ser el hypermilling. ¿Qué es esto? Es un término acuñado por un señor americano que se empeñó, y se empeñó y se empeñó en hacer cada vez más kilómetros por litro de carburante. En realidad lo que hacía es más millas por galón de combustible que la media de la gente.
Para conseguir ser tratados como verdaderos hypermilers debemos ser bastante mañosos con las técnicas de conducción eficiente, pero eso si, ojo, sin pasarnos de la raya. Hay muchos foros en los que se recomiendan técnicas que van contra las leyes, y contra el código de circulación: por ejemplo circular pegados a los camiones para reducir al mínimo la resistencia aerodinámica. Eso más que una técnica de conducción eficiente es una técnica de un conductor con deficiencias. Eso no se hace.
Lejos de ser una disciplina para «freaks» del ahorro, la conducción eficiente va de la mano con la conducción preventiva y es una forma como otra cualquiera de conseguir circular más seguros. Si además conseguimos ahorrar entre un 15% y un 20%, que son los ahorros típicos con las técnicas básicas, mejor que mejor, ¿no es cierto?
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