Interesante reflexión en Motorpasión sobre los límites de velocidad, sobre todo porque enfoca el problema desde el punto de vista del conductor, planteándose una pregunta: ¿estamos preparados para asumir una subida de velocidad máxima? Es interesante porque, lejos de asumir perfectamente que sí estamos preparados, o defender la opción del «no», se hace un recorrido desde los años 70 hasta el día de hoy, comparando las infraestructuras, los coches, y el perfil del conductor.
Sea como sea, el debate sigue abierto, y me temo que seguirá así durante años. Puede que sea un debate vacío, y que en realidad solo vaya a cambiar la ley dependiendo de criterios políticos más que por datos objetivos sobre la madurez de la población de conductores, y por la mejora en las infraestructuras. Mejora que, por cierto, deja mucho que desear.
Alemania es el ejemplo más manido para justificar el hecho de que en España «vayamos atrasados». Alemania no es el paraíso de la velocidad, sino que las zonas sin límite son unas concretas, mientras que en el resto de las autopistas sí que hay límites, y algunos bastante bajos. En Francia, por citar otro país, se puede circular a 130 km/h si hace bue tiempo, y si no, apelando al sentido común del francés medio, se limita a 110 km/h la velocidad máxima en condiciones de lluvia, por ejemplo.
Que se cumplan los límites o no, sea Francia, Alemania, España o EEUU, es indiferente para lo que nos ocupa: se trata de la voluntad de esos gobiernos por dar un voto de confianza a una sociedad madura, a una sociedad que valorará con cabeza y sentido común las circunstancias particulares de cada tramo. Y no entregar a su sociedad un caramelo que es ir más rápido a cualquier parte, llueva, truene o reluzca el Sol.
Sin llegar al extremo de que paguen justos por pecadores, creo que la sociedad española, en cuestiones de volante, aún está inmadura. Cierto es que no todas las manzanas del saco son malas, pero la que sale mala, estropea el conjunto. Queda camino para recorrer, todavía. Hauy que madurar como sociedad y, entonces, será el momento de subir los límites de velocidad. Yo creo que aún no estamos preparados, pero para ver el argumento opuesto (no frontalmente, aclaro), entonces os recomiendo leer el post de Javier en Motorpasión.
Vía | Motorpasión
Foto | Beige Alert