Una de las cosas que más cuesta llegar a controlar al aprender a conducir es el medir correctamente a qué distancia están los objetos que vemos por los retrovisores exteriores. Y es que, para ofrecer un ángulo de visión mayor, los espejos son convexos, por lo que muestran esos objetos a un tamaño menor del real, y calcular si de verdad están lejos o no es complicado. No obstante, esto podría cambiar pronto: se acaba de patentar un espejo retrovisor que reduce el ángulo muerto sin distorsiones.
El creador ha sido Andrew R. Hicks, profesor de Matemáticas en la Universidad e Drexel (Pensilvania), que ha ideado un espejo curvo que ofrece unos 45 grados de visión sin casi deformar los objetos. ¿Resultado? Un mayor ángulo de visión sin problemas de cálculo visual.
Hicks ha logrado crear este retrovisor a través de un sistema de «pequeños espejos situados con diferentes ángulos, como si fuera una bola de discoteca». A través de un algoritmo, manipula «la dirección de cada una de las caras de la metafórica bola», logrando que cada rayo de luz «que incide en el objeto muestre al conductor una amplia pero no muy distorsionada imagen de lo que hay detrás de él».
Si el espejo es de verdad lo que promete ser, conducir podría convertirse en algo mucho más sencillo y que provoque menos ansiedad en conductores noveles. Ver más y saber de forma más segura a qué distancia están los objetos. ¡La seguridad vial saldrá ganando!
Vía | CirculaSeguro
