El papel de los frenos en la seguridad y el ahorro

Frenos en mal estado
Ha salido un reciente estudio en el que se afirma que tan solo un 13,5% de los conductores son capaces de evaluar el correcto estado de las pastillas de freno, o de detectar alguna irregularidad en los frenos. Los frenos son un elemento crucial en la seguridad activa dentro del automóvil, y es una pieza que debe ser revisada periódicamente por profesionales, pero también es posible detectar su estado siendo usuarios conductores.

Dentro de este estudio, un 65% de los sujetos afirma saber que la revisión de los frenos es específica y no es parte de la revisión general de los coches, pero un alarmante porcentaje dentro de conductores (poco más de la mitad) dice saber que existe un problema cuando los frenos chirrían o hacen algún ruido extraño. Esto supone que las pastillas están desgastadas, lo cual supone un riesgo inconcebible para las seguridad de todos.

Hay una consideración clave para los frenos: los frenos detienen nuestro coche. Es de perogrullo, pero los frenos son el elemento que debemos usar para detener nuestro coche. Lo dicho no quita que se pueda aplicar alguna técnica de conducción eficiente para disminuir la velocidad del coche, y de paso ahorrar combustible y algo (poco) en pastillas de freno.

Revisión de frenos y seguridad vial
¿Y cómo ahorrar combustible con los frenos? Sencillo, mediante la conducción anticipativa. En general, si vamos en situación de velocidad de crucero por una autovía, no necesitaremos utilizar los frenos para adaptarnos a la velocidad según las señales verticales que nos encontremos. Si anticipamos lo suficiente la conducción (conociendo el tramo de vía, por ejemplo), bastará con levantar el pedal del acelerador para adaptar la velocidad.

No siempre podremos disminuir la velocidad así, y no quiere decir que no usemos nunca el freno, pero es interesante tener en cuenta que acelerar para luego frenar sí o sí repercute en el consumo final, y sobre todo nos referimos a la conducción urbana. No se ahorra tiempo, ni mucho menos carburante, si conducimos por vías con gran densidad de semáforos en modo «muelle»: acelerando y frenando costantemente.

Fuente | El Mundo
Fotos | Grantuking, Oliver Alex

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