Si hay algo bonito en este mundo es la mecánica, y cuanto más artesana, más bonita. El mejor exponente de esto es Patelo, un jubilado gallego que ya es famoso por enseñar al mundo las creaciones que realiza en su tiempo libre. Es un antiguo mecánico naval apasionado hasta la médula por este campo, que defiende ante cualquiera y al que dedica su tiempo libre, y es que con la ayuda de un torno, una lima y su pasión (porque él asegura que no es paciencia sino ¡pasión!), consigue maravillarnos a todos con los motores más pequeños… del mundo.
Hasta los chinos se han interesado por sus diseños, pero él dice que no están en venta. Existe un motor de cada clase, tallado con sus propias manos, invirtiendo horas y horas en el asunto. Su última creación, que ha dado la vuelta a las redes sociales, es el motor W32, un motor de 23 cilindros en configuración de W, una verdadera maravilla.
La primera vez que oí hablar de Patelo, fue en el blog Fogonazos, del que soy lector habitual. Y me fascinó a partes iguales la precisión absoluta de estos trabajos caseros y la personalidad de Patelo: sencillo, apasionado y que disfruta de lo que hace. Miles de horas de trabajo y el amor por la mecánica naval, llevaron a este jubilado a adquirir un torno de más de 80 años de antigüedad (y lo compró antes de jubilarse) para entretenerse una vez retirado. Y fruto de ello, de su habilidad y sus ganas, salieron los motores más increíbles del mundo. Y esta entrevista es prueba irrefutable de todo lo que podamos haber dicho de este hombre singular.
Pese a que son motores navales, como el propio Patelo se encarga de recordar, seguro que sería capaz de idear, diseñar y construir un motor minúsculo de automoción. Como nota final, los motores funcionan con aire comprimido, para no contaminar y así poder exhibirlos dentro de casa. ¿Qué os parecen?
Vía | Fogonazos