Conoce todos los secretos en el diseño del Subaru BRZ

El proceso de diseño y fabricación del Subaru BRZ es algo que nos quedaba pendiente de descubrir, y qué mejor manera que hacerlo a través de los artífices de un reto que ha dado como resultado un coche espectacular. De las pruebas que pudimos compartir con vosotros, de las declaraciones de quienes lo han probado y de la filosofía del coche os hemos hablado ya otras veces, pero hoy vamos a adentrarnos en cómo fue, en qué se fijaron y sobre qué pusieron mayor empeño a la hora de dar vida al esperado Subaru BRZ.

Como primer plato me quedo con la máxima de Toshio Masuda, el jefe de proyecto: «Siempre pensamos en formas de retarnos a nosotros mismos para conseguir mejorar el estándar Subaru en todo el mundo«. No es un objetivo poco ambicioso, pero como veremos, es loable y es lo que se espera de los mejores. «No hay nada que no podamos conseguir«, ese espíritu es el que ha permitido ofrecer un modelo de las características del BRZ.

El motor Boxer es el centro de todo, el corazón del proyecto: maximizar y potenciar las características particulares del motor Boxer fue el objetivo principal. Tomar ventaja de sus características, como el centro de gravedad bajo, su elasticidad, su fiabilidad… significa diseñar el coche enteramente a su disposición, teniendo siempre presente que el chasis, su configuración y la posición del motor no podrían suponer merma en alguna de las características naturales del motor Boxer.

Fijaos bien en que siempre se han utilizado modelos existentes de Subaru (Legacy blanco recortado por atrás e Impreza negro) como base de los prototipos en cada fase del desarrollo. Esto se ha hecho así para ir probando configuraciones y posicionamiento del motor Boxer hasta dar con la combinación perfecta para seguir el desarrollo de este concepto.

«El centro de gravedad [del Subaru BRZ] está por debajo de tus rodillas«. Ahora que todos nos hemos visto las rodillas para estimar cuánto de bajo está realmente, entendemos qué significa tener un centro de gravedad bajo: beneficia a la estabilidad, beneficia al manejo y beneficia a la tracción. Con esos 200 CV se consigue un coche divertido, ágil, exigente, un deportivo, que es lo que se buscaba.

200 CV a 7.000 rpm, ¿qué te parece?

Uno de los atractivos principales en cuanto a motor es ese régimen alto de funcionamiento, un régimen que parece no acabar nunca pues a 7.000 rpm están presentes (y cómo) los 200 CV que es capaz de entregar el motor Boxer. Esto significa una entrega de potencia suave mientras aumentamos las vueltas, y proporciona una sensación especial, esa sensación de que algo está excediendo nuestras expectativas. En este caso, las expectativas de que por encima de 5.500 o 6.000 rpm la cosa va a ir decreciendo.

Los diseñadores y la gente implicada en el proyecto coinciden en afirmar que «cada persona que lo ha probado se ha bajado con una sonrisa en los labios«. No es para menos, y el vídeo que os hemos ofrecido refleja fielmente qué sienten aquéllos que han trabajado en este gran proyecto.