¿Necesitas un plan diferente para esos días de vacaciones para los que no tienes nada planeado? Nosotros te vamos a proponer uno que, seguro, te va a emocionar. ¿No sería perfecto hacer un viajecito hasta Alemania y, además del turismo preceptivo, vivir una increíble jornada en el mítico Nordschleife? Pues es posible y mucho más fácil de lo que imaginas.
Nordschleife es bien conocido entre los amantes del automovilismo porque en esa gigantesca pista de carreras se prueban los nuevos modelos deportivos de las marcas (¿recuerdas a Tommi Mäkinen probando el Subaru WRX?), se hacen pruebas de neumáticos y se disputan emocionantes carreras de resistencia, como las míticas 24 Horas de Nürburgring. Además de todo esto, en el Nordschleife es posible rodar con nuestro coche de calle sin apenas necesitar nada «extra»: solo hay que estar allí, pagar la «entrada», seguir unas normas de seguridad imprescindibles y disfrutar de la pista con sentido común y muchas dosis de prudencia.
Cómo viajar al Nordschleife
La mejor guía que hemos encontrado, con todas las posibilidades realistas para acudir a Nordschleife, nos la ofrecen los chicos de 8000vueltas, y la verdad es que no tiene desperdicio. En esa guía indican aproximadamente el coste por coche de cada desplazamiento y disfrute, así que os dejamos el enlace para consulta, y también el enlace a la versión low cost. Nosotros seguimos con nuestra particular visión.
El primer punto que debes tener en cuenta es el coste económico de viajar con tu coche al Nordschleife. Has de revisarlo completamente antes de salir por múltiples motivos (por el kilometraje que vas a hacer y porque vas allí para dar al menos unas vueltas al circuito); hay que tener en cuenta el coste en combustible para el viaje y para rodar allí, y tienes que tener en cuenta que tendrás que comer, dormir y el resto de actividades que quieras hacer allí.
Para que la parte económica sea lo más ‘light’ posible, lo mejor es que el viaje se plantee entre varias personas para poder compartir gastos, siempre que acordemos hacerlo a medias entre todos. Si además nos lo planteamos como un viaje de vacaciones en el que, además, disfrutaremos del «Ring», mejor que mejor, porque veremos más rentabilizados esos euros que nos va a costar el desplazamiento. Eso depende de cada uno, pero pensemos que la inversión solo en combustible y peajes nos va a pedir que rentabilicemos el viaje al máximo.
Y, ¿una vez allí qué hacemos?
La regla número 1 es disfrutar, y para poder disfrutar conviene tener en cuenta unos consejos que nunca están de más.
- Sé prudente. Si nunca has conducido en un circuito, comenzar por Nordschleife no es lo más aconsejable a menos que te lo tomes con extrema calma.
- Ten en cuenta que existen unas normas específicas y muy importantes que has de seguir: por dónde te adelantarán los más rápidos y cómo facilitar esos adelantamientos son las más importantes, pero no las únicas.
- Es bueno que conozcas la pista antes de ir. Puedes utilizar cualquier simulador actual para familiarizarte grosso modo con la pista, sus curvas, sus pendientes… y, por supuesto, examina todos los vídeos que puedas sobre el tema.
- Adelanta por la izquierda, como en una carretera abierta al tráfico: no hagas locuras.
- El adelantamiento se señaliza. Si te da alergia el intermitente, grábate a fuego lo siguiente: se adelanta si lo indicas con el intermitente izquierdo y si el que vas a adelantar enciende el intermitente derecho. Eso significa que te ha visto y que no vais a colisionar.
- No pises los pianos. Si no sabes qué son, mejor: no toques nada que no sea asfalto.
- Todo lo que creas saber sobre el Ring, olvídalo. Es decir, no vayas pensando que vas a hacer vueltas como haces en la consola porque correrás muchos riesgos innecesarios.
- Disfruta, pero vuelve entero (y tu coche también).
Foto | Mark van Seeters