¿Cómo cedemos el paso a las ambulancias, y cuándo debemos hacerlo?

Es más que posible que te hayas topado en alguna ocasión con una ambulancia mientras circulabas con tu coche. Normalmente estas situaciones las vivimos en la ciudad, y de hecho en los primeros momentos es posible que no sepamos exactamente de dónde viene el sonido de la sirena. ¿Será desde detrás? ¿Vendrá por otra calle? ¿El eco no nos estará jugando una mala pasada? Sea como sea, si te ha pasado en ciudad, en carretera o en una autovía o una circunvalación, seguro que sabes cómo reaccionar ante una ambulancia, ¿cierto? Siempre conviene recordar estas cosas, así que vamos a ello.

Una ambulancia en servicio, con las luces o la sirena activas (ambas, o por separado) tiene la prioridad de paso siempre, también en las intersecciones y semáforos. Sea donde sea, y seamos quienes seamos. Ante una ambulancia haciendo su trabajo debemos apartarnos lo antes posible y no entorpecer su camino bajo ningún concepto. ¿Por qué? Es muy sencillo: si está llegando a la escena de un accidente, cuanto menos tarde, más posibilidades de salvar la vida tiene el accidentado; si está de camino a un hospital, cuanto menos tarde, antes atenderán las heridas a la persona que transporta.

En un accidente de tráfico existe un concepto que se llama «la hora de oro», y son los 60 minutos tras el siniestro, que son vitales para la esperanza de vida de las personas accidentadas. Se ha demostrado que si dentro de esos 60 primeros minutos se atiende a los heridos, la esperanza de vida se multiplica. En realidad, los datos parecen más crudos: en los primeros 60 minutos tras un accidente se producen el 75% de los fallecimientos. Facilitar el paso a las ambulancias puede reducir la mortalidad en un 15%.

Se trata de sentido común, de civismo y de decencia. Interceptar el paso de una ambulancia no solo conlleva multa de 200 euros, que parece poco dada la gravedad del hecho, sino que perjudica directamente a los heridos o afectados por un accidente. Perjudica a personas que necesitan ayuda. De todos modos, es habitual que algunos conductores sufran una especie de bloqueo a la hora de afrontar una ambulancia. Por eso, nunca están de más las indicaciones de los profesionales, como las que podemos ver en este gráfico.

Existen muchos casos, todos diferentes. ¿Serán parecidos al caso ideal? En líneas generales, sí, pero siempre ha de primar el sentido común. Cuando escuchemos la sirena o veamos las luces (mucho ojo con tu ángulo muerto), debemos controlar nuestro entorno y decidir rápidamente qué hacer: ceñirnos a los casos de la imagen sobre estas líneas si es viable, pero si vemos otro caso (por ejemplo, que por la razón que sea, la ambulancia circule por uno de los arcenes) debemos reaccionar con normalidad dejando el máximo espacio posible al vehículo de emergencia.

Foto | Marcelo Braga

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