La mayor parte de los consejos para afrontar un viaje, ya sea de vacaciones o por trabajo, se centran en no tomar alcohol, parar de cuando en cuando, salir con tiempo, mantener el coche en perfecto estado, no perder los nervios, no comer demasiado, mantener una temperatura agradable en el habitáculo… pero no dan la relevancia que realmente tiene al porqué, que es evitar el cansancio al volante.
En realidad, todo o casi todo lo que podemos indicar como consejo antes de un viaje largo tiene que ver con la atención, o mejor dicho, con nuestra capacidad de atención y concentración, así como nuestra capacidad física de reacción. Y todo ello tiene que ver con nuestro descanso y nuestro nivel de estrés. Por eso es fundamental concienciarse de que un conductor descansado es un conductor seguro.
En Nueva Zelanda han puesto en marcha una iniciativa (desconozco si es algo puntual o se va a repetir) que consistió en establecer, en un punto determinado de una vía principal y concurrida (sobre todo, supongo, para viajes largos), un punto de descanso. Una parada en el camino, un alto momentáneo, en el que los voluntarios allí presentes aprovecharon para entregar a los conductores una botella de agua, e información sobre la relación entre el cansancio y los viajes.
Un gran número de conductores pararon, y curiosamente el 100% de ellos (de los 1040 que pararon) no dio positivo por alcoholemia ni nada sancionable más allá de alguna revisión sin pasar o similar. La razón del dispositivo: dar más relevancia a la importancia del descanso en los viajes más largos. La diferencia entre descansar y no descansar es notable, y se acentúa siempre en las pesonas que menos acostumbradas están a los viajes largos (la mayoría). Estos son algunos de los mejores consejos que se pueden dar a quien va a viajar durante muchos kilómetros en coche:
- Duerme mucho, y bien, antes del viaje. El día antes procura dejar cualquier cosa pendiente resuelta a media tarde, y dedícate a descansar y relajarte, acostándote pronto y procurando dormir sin interrupciones, ni problemas rondando en la cabeza.
- Evita por todos los medios salir a la carretera para hacer cientos de kilómetros después de un día de trabajo largo, duro, exasperante o demasiado exigente. El estado de ánimo que lleves va a ser desastroso para conducir.
- Evita conducir cuando estás normalmente durmiendo. Es decir, salir de noche para ganar alguna ventaja como conducir más fresco, o con los niños durmiendo, te puede salir caro.
- Para periódicamente (ya sabes, lo típico de cada dos horas, o 200 km), pero lo más importante: para si tú te sientes cansado, aunque lleves solo 60 km de recorrido. Si tienes sueño, paras y te «echas una siesta» de 20 minutos o media hora. Camina, estira las piernas y respira hondo.
- Si puedes, comparte el volante con otro conductor o conductora.
- Come ligero, variado y saludable. No hagas comidas copiosas y por supuesto no bebas nada de alcohol, entre otras cosas porque te adormecerá. Bebe frecuentemente, pero solo agua o bebidas sin alcohol (refrescos). Tampoco te pases con las bebidas estimulantes.
- Si te estás medicando, comprueba que no haya efectos secundarios como somnolencia o algo que interfiera a la conducción segura.
- Mantén el habitáculo relativamente fresco, y con el aire renovado para mantenerte alerta.