Todo, absolutamente todo en nuestro coche necesita sus cuidados y su mantenimiento para que su funcionamiento continúe siendo el correcto durante el máximo tiempo posible. Lo tenemos claro al hablar de neumáticos o frenos, pero después hay algunos elementos de los que tendemos a olvidarnos. Uno de ellos es el cinturón de seguridad.
Y es que nos han insistido tanto en lo necesario que es usarlo (y sí, lo es), que muchas veces creemos que es lo único que debemos hacer con él. Y como no es algo a priori técnico como pueden ser los frenos, damos por hecho que no se estropea. ¿Qué debemos hacer para que el estado del cinturón de seguridad sea siempre el óptimo? Estos son algunos de nuestros consejos:
- No utilices limpiadores agresivos, que pueden dañar la resistencia del material. Límpialo mejor con un trapo húmedo, agua y jabón neutro.
- Si un cinturón está dañado, aunque sea lo más mínimo, no dudes en sustituirlo.
- Los daños no son siempre evidentes: inspecciona los anclajes del cinturón, que no haya nada oxidado, y asegúrate de que el cierre se libere en cuanto pulsas el botón rojo.
- La comprobación más obvia: prueba el bloqueo de seguridad mediante un tirón suave, pero rápido.
¿Todo bien? Perfecto. ¿Crees que falla algo? No dudes en acercarte a algún taller. Con el cinturón de seguridad no se juega.
Vía | Consumer
Foto | Lee J Haywood
