La conducción eficiente ya se enseña en las autoescuelas y forma parte del examen teórico de conducir desde hace unos meses, pero todos los que tenemos el permiso desde antes podemos encontrarnos un poco perdidos a la hora de saber cómo hacerlo. Al fin y al cabo, no se trata solo de gastar menos en combustible (que también), sino en reducir al mínimo posible el daño al medio ambiente. Desde EUROPIA, la Asociación Europea de la Industria del Petróleo, y la Comisión Europea han puesto en marcha una campaña para ayudarnos en nuestro propósito de conducir de forma más eficiente: «Save more than fuel», en la que ofrecen 10 consejos para mejorar nuestra conducción:
- Nuestro coche tiene unas instrucciones de mantenimiento que no está de más leer. Además, es recomendable revisar el nivel de aceite de forma periódica. Nuestro Subaru mejorará su rendimiento y reducirá las emisiones de CO2.
- Revisar la presión de los neumáticos todos los meses. Sí, todos los meses y no una vez al año. Si la presión es inferior a la recomendada, nuestro vehículo puede aumentar el consumo de carburante hasta en un 4%.
- Retirar el peso innecesario del maletero o los asientos traseros. Pura lógica: cuanto más cargado vaya el coche, más esfuerzo tendrá que hacer el motor, para lo que necesitará más combustible.
- Cierra las ventanillas, especialmente si vas rápido, y si no vas a utilizar la baca, retírala. Lograrás reducir la resistencia al aire y podrás disminuir el consumo de carburante y las emisiones de Co2 hasta en un 10%.
- Usa el aire acondicionado solo cuando sea realmente necesario. Un uso excesivo hará que consumas más carburante, además de aumentar las emisiones de CO2 hasta en un 5%.
- No estés parado con el motor encendido, es decir, inicia la marcha nada más arrancar y apaga el motor si vas a estar sin moverte más de un minuto.
- Mantén una velocidad estable y conduce de forma suave. Los frenazos y acelerones bruscos consumen más combustible y emiten más CO2.
- Sube de marcha lo antes posible. Lo ideal es circular en 4ª, 5ª ó 6ª siempre que sea posible (y seguro), ya que son las que menos carburante consumen.
- Anticípate al tráfico. Hacerlo es más fácil de lo que puede parecer, basta con mantener una distancia de seguridad adecuada. Así tendrás un campo visual amplio sobre la circulación y más margen de reacción, pudiendo evitar frenazos y acelerones bruscos.
- Comparte el coche siempre que puedas. Reducirás el tráfico, el consumo de carburante, las emisiones al CO2 y podrás charlar con alguien mientras conduces.
¡A ponerlo en práctica!
Vía | Savemorethanfuel.eu